El aeropuerto de la City de londres, situado en pleno centro de la ciudad, fue cerrado este domingo tras haber sido localizada una bomba de la Segunda Guerra Mundial. El artefacto histórico fue hallado en el muelle Rey Jorge V, cerca del río Támesis, por los operarios de la terminal.
Tras su descubrimiento, la policía británica desalojó a los pasajeros y residentes de la zona, y decretó un perímetro de aislamiento de hasta 214 metros del área donde fue localizada la bomba. "Es importante tomar todas las medidas y precauciones necesarias para asegurar que todo sea tratado con Seguridad", alegó la policía londinense a la hora de evacuar la zona.
El aeropuerto se cerró inmediatamente por seguridad cancelando así todas las llegadas y salidas hasta el día de hoy, que todavía permanecen sin operar. Una medida que está afectando a unos 16.000 turistas, según ha informado la cadena británica BBC.
Los pasajeros, por su parte, han utilizado las redes sociales para expresar su confusión ante lo acontecido y su frustración con el cierre del aeropuerto. No obstante, todos ellos están siendo atendidos por sus respectivas aerolíneas y podrán tomar su vuelo en las próximas horas a través de los otros aeropuertos de la ciudad (Heathrow, Gatwick, Stansted y Luton).
Naturaleza del artefacto explosivo hallado en Londres
La Policía Metropolitana de la ciudad ha informado sobre la naturaleza del artefacto explosivo.
Según los especialistas de la Marina Real, "estos pertenecen a los ataques perpetrados en la II Guerra Mundial por los nazis”.
En 1940, aviones de la Alemania nazi iniciaron una operación de bombardeos conocida como la ‘Blitz de Londres’, que duró ocho meses. El ataque fue llevado a cabo a los márgenes del Támesis con bombas que fueron descargadas en el puerto de la ciudad.
Londres ya había sido atacada anteriormente, pero los bombardeos registrados a partir del 7 de septiembre de 1940 se consideran la primera operación concentrada. Fue ordenada por el líder nazi Adolf Hitler en represalia al ataque de la fuerza aérea británica en Berlín, realizado días antes.
Los registros históricos indican que Londres se quedó 57 días consecutivos, entre septiembre y noviembre, bajo ataque.
La ofensiva alemana continuó, aunque no a diario, por otros seis meses hasta mayo de 1941.
No todas las bombas, sin embargo, explotaron, y muchas siguen siendo descubiertas en Londres, especialmente durante las obras que se llevan a cabo en la ciudad. A pesar de tener casi 80 años, estos artefactos pueden haber preservado su poder de destrucción. Esto explica la seguridad en las operaciones por parte de la policía metropolitana de la ciudad y la Marina Real británica en los días de ayer y hoy.