La prensa internacional quedó conmocionada en la jornada de ayer cuando, luego de oír su sentencia a 20 años, Slobodan Praljak se suicidó con veneno, en pleno juicio. "No soy un criminal de guerra, me opongo a ésta sentencia" dijo el militar de 72 años, para luego ingerir una importante dosis de veneno.
Praljak había sido jefe de los croatas bosnios entre 1993 y 1995, y ya en el año 2013 había sido sentenciado a 20 años de prisión, por crímenes cometidos contra la población musulmana.
En el día de ayer, el Tribunal Penal Internacional había ratificado la condena.
Slobodan había nacido el 2 de Enero del año 1945 en Capljina (Bosnia y Herzegovina), que por aquel entonces formaba parte de el Estado independiente de Croacia. Desde chico estuvo influído por el ambiente militar, ya que su padre formaba parte del servicio secreto yugoslavo. El futuro del joven Slobodan era muy prometedor, ya que se realizó tres carreras universitarias: en 1970 se recibió de ingeniero electrónico, en la Universidad de Zagreb; en 1971 culminó sus estudios en ciencias sociales, de la misma facultad; por último, al año siguiente se graduó de la Academia de Arte Dramático, en la misma ciudad.
Su vínculo con el Ejército
Sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados cuando, en 1991, se unió a las Fuerzas Armadas Croatas en Bosnia, durante la guerra de Independencia contra Yugoslavia. Sin ningún tipo de entrenamiento militar, y junto a un grupo de jóvenes artistas voluntarios, defendió triunfalmente en el municipio de Sunja. Más tarde, luego del Acuerdo de Sarajevo (que puso fin a la guerra), fue nombrado representante y vocero del Ministerio de Defensa. En el año 1993, ya ascendido a Comandante del Estado Mayor de las fuerzas de Defensa croatas en Bosnia, dirigió una acción militar donde sus soldados persiguieron a los musulmanes de Mostar.
Los crímenes de guerra
Si bien la guerra fue, principalmente, musulmanes contra bosnios, a mediados de los '90 los croatas también lucharon contra los primeros.
Fue aquí, en los campos para los civiles musulmanes bosnios, que, de acuerdo con la sentencia de La Haya, "murieron mujeres, niños y ancianos, sometidos a un trato inhumano, si agua, comida o atención médica", causando así un daño "enorme" a la población musulmana.
Praljak ordenó también bombardear el puente otomano de Mostar (Herzegovina), que une las dos partes de la ciudad. A pesar de ser una de las joyas más conocidas de la arquitectura islámica de los Balcanes, su destrucción se convirtió en uno de los símbolos de la guerra, Slodoban declaró que para él era "simplemente un objetivo militar más". Luego de ésa acción, fue apartado de las fuerzas armadas.
En el día de ayer, luego de que tomara el veneno, el Tribunal llamó a una ambulancia, pero Praljak falleció horas después.