La isla de Guam es un territorio hermoso, un pequeño paraíso de aguas límpiadas en medio del océano Pacífico que podría a simple vista ser confundido con la costa oeste de los Estados Unidos. A pesar de la escalada de tensión de estas últimas semanas, los turistas siguen disfrutando de sus playas y muchos lugareños ven progresar sus negocios, a pesar de estar en los noticiarios de todo el mundo no consideran que exista una amenaza real.

Sin embargo, algunos son conscientes del peligro que se cierne sobre sus cabezas y que podría convertir su pequeño paraíso en un verdadero infierno.

Agaña es la capital de la isla, en ella se organizó una convocatoria de oración (la isla cuanta con un 85% de población católica) a la que acudieron más de 200 personas. Elevan sus plegarias para que toquen el corazón del dirigente norcoreano y decida no atacar la isla.

Otros problemas de fondo aprovechas para ir saliendo a la luz, como los grupos de disidentes que se oponen a la presencia militar de los Estados Unidos en la Isla, Kenneth Gofigan Kuper, pertenece al movimiento Independent Guahan, mantiene la globalidad del problema que se cierne sobre la isla de Guam que podría ser el detonante de un problema mundial.