¿Plaza de Toros? No, estamos en Roma, la ciudad de las maravillas. La Ciudad eterna... La protagonista de la historia humana, de la historia del cine, la protagonista y el sujeto de muchos sueños... Roma es bella, eso es indudable, pero, últimamente, si un turista se encuentra recorriendo las calles de la Ciudad Eterna puede confundirse y pensar que está en España, en alguna plaza de toros.
¿Por qué? Debido a que sólo hace unos días un toro estaba libremente campando a sus anchas en Roma; por fortuna, el animal, no perdió la calma y ninguno de los presentes tuvo que temer por su vida a pesar del peligro que acarreaba la curiosa situación.
Según las informaciones el toro se había alejado de un agricultor que transportaba la manada de Animales.
Pero esto no es todo, este toro no es el único animal que anda suelto por Roma y no hablamos de animales de dos patas (humanos). Desde hace algún tiempo comenzaron y continúan las quejas por los jabalís que corretean en las inmediaciones de El Vaticano, que ensucian las calles al comerse la basura y causan intranquilidad y miedo entre los vecinos y viandantes .
Y además de esto, por si fuera poco, hay un porcicultor que por una cosa u otra no es capaz de cerrar los candados y puertas de las pocilgas de sus cerdos y éstos gracias a su dueño tienen tal libertad que se pasean por la zona romana de Boccea como si fueran un vecino más.
Los vecinos reales de la zona, los humanos que pagan tasas e impuestos,ven como crecen los cerdos a medida que pasa el tiempo. Y lo peor de todo es que ni tan siquiera desde el Consistorio Romano consiguen convencer al porcicultor de no permitir que sus cerdos vaya de excursión por Roma .
En verdad, los cerdos están realmente como en su casa ya que siempre han estado allí y aparecen a saludar a sus “vecinos” siempre que les aparece.
Se quedan parados en medio de la carretera interrumpiendo y poniendo en peligro el tráfico, se colocan enfrente de la escuela de la zona, comen basura y dejan la que producen ellos a kilómetros.
A parte de los típicos animales callejeros y domésticos como gatos, perros o los caballos en los que estamos acostumbrados a visitar la Ciudad Eterna, ahora se suman jabalís, cerdos y toros… ¿Se estará convirtiendo Roma poco a poco en un zoo callejero?
Roma y los romanos, los conquistadores que extendieron su Imperio sin límites se están viendo invadidos ahora por animales. También hay quienes apuntan que los peores animales caminan erguidos sobre dos piernas y en muchas ocasiones visten traje y corbata.