El miércoles 22 de marzo, un supuesto ataque terrorista sacude Londres. Un lobo solitario ha atropellado a 20 personas en el puente de Westminster y ha intentado asaltar el parlamento británico armado con un cuchillo. Tras el atropello el atacante empotró su 4x4 gris contra las verjas del parlamento, tan solo unos metro más adelante. A continuación se bajó del vehículo y tuvo tiempo de apuñalar de muerte a un policía antes de ser reducido de varios disparos.

El atentado, según prensa española (El país), ha sido revindicado por ISIS. Pero como se ha demostrado en múltiples ocasiones, el Estado Islámico no es más que el brazo ejecutor de Israel.

Siendo los estados fieles a Israel los que financian, forman y arman a ISIS, como EE.UU. y países árabes del golfo. Esta información sería suficiente para demostrar que en todos los atentados de ISIS existen intereses y vínculos con occidente y servicios de inteligencia.

Para hacer creíbles este tipo de actos propagandísticos siempre se usan director, actores de crisis y figurantes. En este caso uno de los personajes que pudiera resultar ser un actor es Tobias Ellwood, un valiente que se ha hecho famoso por el fracaso en su heroicidad. El señor Elwood es miembro del parlamento británico y su carrera política está en auge pudiendo ocupar un cargo de mayor relevancia en el futuro. Al parecer uno de sus cargos está relacionado con el Ministerio de Asuntos Exteriores, y qué coincidencia justo en el sector de Oriente Medio y África, al que pertenece Israel.

Pero este dato refuta el anterior ya que ha formado parte de reuniones en coaliciones anti-ISIS con financiadores de este como Sheikh Sabah Khaled al-Sabah de Kuwait. Esto no sería sospechoso si no fuera porque Tobias fue capitán de la Royal Green Jackets, un importante regimiento de infantería, cuya insignia es una cruz de malta.

Pero esta no es la primera vez que el señor Elwood tiene relación con atentados terroristas, su hermano murió en el atentado de Bali en 2002.

Pero las coincidencias no acaban aquí, la fecha del atentado coincide con la cifra 322, identificativo de la secta ocultista de las élites de Yale, llamada ``Calaveras y huesos´´. Como siempre antes de estos atentados siempre suele haber un simulacro de atentado, como el día 19 de marzo, cuando se realizó un ejercicio de secuestro en un barco turista en el Támesis.

La visibilidad lunar, es decir, la cantidad de luna que se veía el día 22 de marzo, era exactamente de 33%, un hecho no demasiado frecuente y que coincide con uno de los números maestros de la masonería y el ocultismo en general.

Pero el hecho más importante y esclarecedor es el que se puede ver a simple vista. El cuchillo con el que supuestamente se mata al policía no tiene sangre, ni una gota. En una ciudad infestada de cámaras y seguridad como Londres, resulta difícil entender cómo puede escaparse algo al ojo del ``Gran Hermano´´.