Saltó a las noticias una llegada de argentina, el país sudamericano que para muchos es el más europeo, comparado con sus países vecinos y por ciertas similitudes con el Viejo Continente. Pero parecía más propia de la Rusia puritana de Vladimir Putin o de países de Oriente Medio.

Resulta que el argentino medio es conservador y machista, y es costumbre en aquel país debatir si tiene más peso la cultura española o la italiana. Por lo que contaremos aquí, parece ser que la italiana.

En las playas argentinas no se permite el topless, pese a que las mujeres van con bañadores minúsculos, el tanga o el famoso “hilo dental” brasileño.

A finales de enero (allá están en el verano austral), en la playa bonaerense de Necochea, tres mujeres quisieron practicar el topless. Varios bañistas, al verlas, llamaron a la Policía y les obligaron a ponerse la parte de arriba del biquini. Ellas se negaban, calificando de machistas a quienes les obligaban.

El asunto se caldeó, con cientos de bañistas, hombres y mujeres, tomando partido a favor y en contra de ellas. Llegaron más policías, muy agresivos, y algunos bañistas, con una visión del tema digna de la Edad Media, según lo vemos en Europa, calificaron de “nudistas” a las tres mujeres. Sobre todo si en Europa se ha distinguido entre topless a secas y nudismo, esto último sólo en playas especiales.

Ellas alucinaban en colores. Les dijeron que “son pechos, como los que te dieron de mamar cuando eras niño”. Al final, se fueron, ante ataques de gente que las quería ver en la cárcel. “Nos vamos de esta playa fascista”.

El alcalde de Necochea, Facundo López, se manifestó a favor de ellas y espera que las Leyes argentinas sobre el asunto, totalmente anticuadas, se modernicen.

Poco tiempo después, se convocaron por todo el país manifestaciones de mujeres, que como protesta, decidieron muchas de ellas hacerlo también en topless, como las militantes de Femen, pero el machismo nacional no lo ha comprendido así y las acusa de todo, incluso de odiar a los hombres. Esta protesta se ha denominado con la palabra coloquial “Tetazo”.

En las Redes Sociales, acusaron a las manifestantes de rechazar a los hombres que las apoyaban por “odio a los hombres”. Lo hicieron los que obsesivamente acusan a una mujer de siempre denunciar falsamente, algo que nunca dicen cuando es el hombre el que denuncia.

Lo que pasaba, según la Prensa, es que muchos, en vez de apoyarlas, sólo venían a filmarlas en topless con sus cámaras y sus teléfonos móviles. Uno de los que las apoyaban dijo que le parecía lógico que los expulsaran de la manifestación: “El 80 % de los hombres que han venido aquí sólo han venido a ver pechos desnudos”.

Este asunto ha dañado la imagen exterior de Argentina, que parecía más moderno al leer a artistas nacionales como la dibujante Maitena, con sus mujeres que toman las riendas de sus vidas.

No tanto como afectó lo de Dominique Strauss-Kahn a Francia, pero con Rusia autorizando (y bendiciendo la Iglesia ortodoxa rusa) los malos tratos conyugales, y con la extrema derecha en muchos estilos acosando en muchos países de varios continentes, es para preocuparse.