Cada año, cuando llega el Día Internacional de la Mujer, abundan en Internet las quejas de hombres y mujeres que argumentan que es un festejo absurdo, por tratarse de un factor meramente biológico, sin ningún mérito personal ni relevancia. Lo anterior denota la falta de información que existe sobre el origen de la conmemoración, que obedece a la necesidad de alcanzar una igualdad de derechos, en lo que a género se refiere.
Podemos culpar del rechazo a las "feminazis", esas mujeres que se envuelven en un feminismo mal entendido para promover el revanchismo contra los hombres, o simplemente ventilar y justificar sus frustraciones, culpando a los varones de todos sus males.
Pero si se trata de hablar de feministas de verdad, de esas mujeres aguerridas, apasionadas, capaces y brillantes, entonces Simone de Beauvoir es nuestro tema.
La madre del feminismo, Simone de Beauvoir
Ella, pionera del feminismo real, encarna el auténtico poder femenino. Valiente, inteligente, totalmente progresista en su pensar y revolucionaria en su forma de vida, Simone de Beauvoir marcó un antes y un después en la concepción de la evolución de los derechos de la mujer.
Conoció a Jean Paul Sartre en la universidad, y desde entonces, nunca se separaron. Sin embargo, como buenos existencialistas, su relación se mantuvo fuera de los cánones tradicionales. Tenían por mutuo acuerdo, libertad para tener otras parejas sexuales, experiencias de las cuales hablaban abiertamente, como se puede conocera través de las obras autobiográficas de Simone.
Frases como "El día que una mujer pueda no amar con su debilidad, sino con su fuerza, no escapar de sí misma, sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse; ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal"denotan claramente el enfoque de la escritora y filósofa: empoderar a la mujer, desde su interior.
El libro El segundo sexo, publicado en 1949, es quizá la obra más famosade Simone, que en medio de fuertes controversias y críticas de sus detractores, fue un rotundo éxito de ventas y sigue siendo un referente para cualquiera interesado en el tema.
En este Día Internacional de la Mujer, entonces, celebremos a las precursoras de nuestros derechos, a las que han levantado la voz para que hoy en día podamos, desde comprar una casa y ponerla a nuestro nombre, hasta salir a ejercer el voto.
Seamos feministas en el goce de nuestra naturaleza, y no confundamos esa batalla por la igualdad,con la lucha de poder entre géneros.