El ser humano es "la maravilla de la Creación". La razón, forjada en una habituación constante desde los albores de la Humanidad, es la característica que nos diferencia de los demás seres vivos. Aparentemente, nada puede ser objeto de comparación entre la naturaleza del ser humano y otros seres animados. Sin embargo, Jacques A. Mauduit en su obra Aux Frontieres de l'irrationnel sostiene que son mayoría los que piensan que además del hombre, los seres animados también tienen sus gozos y sufrimientos y lo que falta por saber es "en qué grado de la organización biológica empieza el ser a sufrir".

Mauduit argumenta que las plantas se encuentran en una posición primitiva en la escala de los seres vivos, pero tienen comportamientos que se aproximan a los de seres superiores e incluso a los del hombre. El botánico Ludwig Haberlandt aseguró haber demostrado que las plantas "ven" o, dicho de otra manera, tienen la capacidad de distinguir ciertos valores luminosos a través de conjuntos de células especializadas, cuya superficie translúcida forma una especie de lentes plano-convexas que representarían el papel de unos ojos muy primitivos.

También, Alpheus Hyatt Verrill, explorador y padre de la zoología, realizó un experimento que reflejó en su obra Wonders plants and plant wonders. Hyatt Verrill observó que las lianas en el hemisferio norte se enroscaban en sentido de las agujas del reloj, mientras que en el hemisferio sur lo hacían en sentido contrario.

Hizo germinar una liana en un terreno plano y crecía sin ninguna dirección determinada. Colocó una estaca a pocos metros de la liana y se orientó hacia la dirección donde estaba la estaca. Hyatt Verrill cambió el sitio de la estaca e inmediatamente la liana cambió de dirección hacia donde se había movido la estaca. Y así sucesivamente una docena de veces, hasta que la liana "se agotó" y fue directamente hacia la última dirección donde se había colocado la estaca.

La doctora Dorothy Retallack llevó a cabo una serie de experimentos en el Colorado Woman's College de Denver en las que vio que las plantas reaccionan a la música. Comprobó que la música relajante hacía crecer a las plantas mientras que música como el rock and roll provocaba que permanecieran casi moribundas. ¿El hombre debe ver sólo ciertos automatismos en los comportamientos de las plantas? ¿O habría que reconocer lo poco que sabemos sobre esos seres que comparten nuestro porvenir en la tierra?