En menos de una semana, usted, Mr. Trump, ha conseguido que los ciudadanos mexicanos comunes nos demos cuenta de nuestro gran poder como consumidores, pues presionó a Ford para que cancelaran las obras que estaba iniciando en San Luis Potosí. Por lo que la compañía Ford abandonó sus intenciones de invertir en una fabrica en México de casi 2000 millones de dólares y anunció una nueva inversión de 700 millones de dólares en Estados Unidos. Ahora somos muchos los que hemos decidido no volver a comprar un auto Ford para que su compañía americana sufrá de grandes pérdidas.

Además, con el muro de Trump, México es más fuerte que nunca, pues se logró que hubiera unión entre todas las esferas políticas y sociales de mi país, además de que hemos logrado el apoyo y empatía de muchos países del mundo. Por lo que nos hemos dado a la tarea de comprender el valor que tenemos como país y como Nación, así como de unirnos en una campaña a través de las redes sociales para concienciarnos unos a otros de no consumir servicios, banca y productos "americanos" y consumir todo lo hecho en México.

Nos ha hecho usted un gran favor, Mr. Trump, pues de ser un pueblo dependiente de su país, nos hemos convertido en una fuerza invencible que hará quebrar sus cadenas de comida chatarra que han invadido nuestro territorio nacional al no consumir en ellas, su banco Citybank Banamex del que sacaremos todas nuestras cuentas, su ropa al preferir marcas mexicanas y de otros países (menos las americanas) o sus productos de abarrotes al elegir alimentos hechos en México.

Además, nuestros empresarios están dispuestos a dejar de importar a su país para hacerlo a nuestros países hermanos de América Latina, así como a China y algunos países europeos que nos están apoyando en estos momentos en que usted nos hace el favor de cerrarnos los caminos. También estamos todos dispuestos a dejar de viajar a Estados Unidos y cambiar nuestros destinos turísticos por las innumerables opciones que ofrece nuestro bello y prolífero país. Con el boicot que se está forjando será usted y su bendito país quienes saldrán perdiendo, pues nuestra economía se fortalecerá y haremos desmerecer la suya al no consumir sus productos y servicios.