Un nuevo estudio muestra que el Montelukast, un medicamento que ya está en el mercado desde hace mucho tiempo para tratar el asma, es capaz de revertir el envejecimiento cerebral y la pérdida de las funciones cognitivas.
Los efectos se han observado en animales de edades avanzadasa los que se administró el fármaco durante 6 semanas en dosis compatibles con los que ya están en uso en los seres humanos.
El estudio, que involucró a varios grupos de investigación deEuropa - entre ellos el grupo de investigación dela profesora Maria Pia Abbracchio de la Universidad de Milán - y que fue coordinado por Ludwig Aigner, profesor de Medicina Molecular Regenerativa de la Universidad Paracelso y Médico en Salzburgo , abre perspectivas para el tratamiento de Enfermedades neurodegenerativas asociadas con el envejecimiento, y caracterizadas por el agotamiento de las capacidades cognitivas, pérdida de memoria y, en el peor de los casos, la demencia.
Debido al aumento de la esperanza de vida, que rondaahora casi los 83 años, los problemas asociados con el deterioro cognitivo y la mayor incidencia de casos dedemencia en los ancianos representan unproblema desalud que hay que tratar.
En la pérdida cognitiva contribuyen varios factores:
- Inflamación del cerebro,
- Deterioro de las células nerviosas
- En el hipocampo, el área del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria también se deterioran,
- Reducción de la neurogénesis, es decir, la formación de nuevas neuronas donde está almacenada la información nueva que aprendemos.
Corregir estas disfunciones es el objetivo de las nuevas terapias regenerativas para tratar de rejuvenecer el cerebro y las funciones de restauración propias.
En el estudio, publicado en Nature Communications,se demuestra que la administración de Montelukast a roedores ya mayores, cuyo uso en los seres humanos se caracteriza por un alto perfil de seguridad y baja incidencia de efectos secundarios, reduce notablemente los niveles de la inflamación del cerebro, restaura la neurogénesis del hipocampo y mejora significativamente la capacidad de aprendizaje y la memoria, volviendo su cerebro casi hasta el nivel de los animales jóvenes.
A través del uso de la biotecnología de vanguardia, el estudio también muestra que, al menos en parte, los efectos positivos de Montelukast se deben a su interacción con el GPR17, un receptor identificado hace años por elgrupo de investigación de Abbracchio:"Desde hace tiempo se sabe que el cerebro no está separado del resto del cuerpo y sus funciones pueden versefuertemente afectadas por la inflamación presente en otros órganos",explica Abbracchio.