La vacunación puede tener una derivación en el momento de encontrar un trabajo, tal y como ha puesto de manifiesto el Comité Económico y Social Europeo, que es una entidad consultiva de la Unión Europea, al constatar que las propias empresas pueden denegar un puesto de trabajo a aquellas personas que se nieguen a vacunarse contra el virus de la COVID-19. De esta manera lo ha afirmado la presidenta del (CESE), Christa Schweng.

Hasta el punto de que ha llegado a recordar que los empresarios están habilitados para decidir si contratan o no a un trabajador.

A la vez que expone que los trabajadores están en su derecho de decidir si quieren trabajar o no en una determinada empresa.

Pero en cualquier caso, incide Christa Schweng, el empresario deberá valorar si desea que en su compañía los trabajadores estén vacunados contra esta enfermedad en las vías respiratorias, a pesar de que desde la OMS se está empezando ver el final del túnel.

Libertad individual para tomar la decisión con el virus latente

Este es un debate que se deriva sobre el hecho de que algunos gobiernos estén presentando la campaña de vacunación. En este sentido, la dirigente del Comité Económico y Social Europeo cree que no es necesario que la vacuna contra el virus de la COVID-19 sea obligatoria.

Por el contrario, es partidaria de la libertad individual al considerar que “una vacuna es un ataque y cada uno debe decidir individualmente si lo quiere o no para sí mismo”. A la vez que es partidaria de que las primeras dosis se distribuyan entre los grupos de riesgo y personal sanitario.

Garantizar las vacunas entre la población europea

Christa Schweng, por otra parte, se ha mostrado muy satisfecha por el hecho de que se haya producido una importante colaboración entre los gobiernos europeos a fin de garantizar las vacunas entre la población, entendiendo que de no haber sido así, hubiese repercutido negativamente en los ciudadanos.

Christa Schweng Espera llegar a un acuerdo sobre el Brexit

Mientras que por otra parte, la presidenta del Comité Económico y Social Europeo incide en el hecho de que todavía tiene esperanzas de que Gran Bretaña pueda llegar a un acuerdo sobre el Brexit antes de que termine este año. No en vano, admite que “la esperanza es lo último que se pierde”. Poniendo sobre la mesa que uno de los aspectos que más preocupan a los empresarios es que exista incertidumbre.

En este sentido, considera que es mucho mejor que se conozcan las reglas del juego para que puedan tomarse decisiones a partir de estos momentos, más allá de lo que pueda pasar en otros temas que pueden afectar al mundo empresarial europeo en estos momentos de pandemia.