Para Blasting Talks - entrevistas exclusivas de Blasting News con líderes empresariales y culturales - entrevistamos a Pedro Moneo, fundador y CEO de Opinno, consultora referente internacional en la transformación de empresas a través de la innovación.

Blasting News: Opinno es una consultora que nace en Sillicon Valley, pero ¿Cómo surge la idea de un proyecto en los comienzos de la crisis económica de 2008?

Pedro Moneo: Vengo del mundo de la investigación científica y había trabajado con centros de investigación privada, sobre todo en Europa. En esa época nació el concepto de Open innovation, un libro que escribió Henry Chesbrough y que rompió los paradigmas de cómo se empezó a pensar en la innovación en todas las organizaciones.

Lo que decía el libro es que las tecnologías y sobre todo la digital, iban a acelerar mucho e iban a cambiar la manera de innovar en las compañías; básicamente lo que decía es que antes la innovación se hacía a puerta cerrada y con estas nuevas tecnologías iba a existir un flujo de personas, ideas y financiación más ágil en las empresas que acelerarían los pasos. Entonces comencé a establecer contacto con muchos centros de investigación, fondos de inversión y aceleradoras. Uno de los vínculos más cercanos fue con MIT, que nos concedió la publicación de la revista en español, así como con el mundo de Sillicon Valley que es donde estaban naciendo las primeras aceleradoras. Vi que el tema de Open innovation había arrancado en el mundo de la innovación de laboratorio y que iba a cambiar a los sectores industriales a lo largo de los años.

Hablando de crisis, la generada por la pandemia también ha afectado globalmente a las empresas. ¿Cómo os ha afectado y cuáles han sido las medidas que habéis tomado para adaptaros a la nueva situación?

La pandemia por Coronavirus, como todos los traumas, tiene varias fases. Primero atravesamos la fase de shock donde, al no saber qué era lo que venía, tomamos varias medidas como afianzar los contratos que teníamos, intentar disminuir los costes para prepararnos en una travesía por el desierto, cuidar la salud de los empleados y ver qué podíamos operar en remoto.

La segunda fase fue ver hasta dónde llegaría la crisis, ya que nos dimos cuenta de que iba a ser un acelerador de la digitalización, pero que la recuperación no iba a ser igual en todos los países. Optamos por ser arriesgados y compramos una compañía en Italia en pleno confinamiento y en Milán, donde comienza la propagación en Europa.

La experiencia resultó bastante curiosa porque tuvimos que firmar ante el notario por Zoom.

Una de las formas para salir adelante dentro de la crisis provocada por la pandemia ha sido la innovación. ¿Ha aumentado vuestra actividad debido a la necesidad de nuevas herramientas por parte de otras empresas?

Lo que se ha visto es que no todas las empresas o sectores industriales atraviesan esta fase de la misma forma. Había industrias muy digitalizadas (se ha visto una gran diferencia entre los bancos que eran más digitales y los que no) que van a acabar con una posición más dominante. Incluso industrias como la farmacéutica o de la salud, que hasta ahora eran bastante marginales en el mundo digital, también han empezado a invertir en esta transformación.

Por ello, lo que hemos tenido que hacer es reformular nuestros productos para poder trabajar en remoto y responder a las nuevas necesidades de las empresas, así como cambiar de sectores como el de salud, que ha sido el más emergente.

La transformación digital es una realidad que ha llegado para quedarse. ¿La pandemia ha supuesto un empujón para que esta se potencie?

Absolutamente y además a todos los niveles. Se ha visto que las tecnologías digitales son las mejores herramientas para poder proporcionar una experiencia sin contacto, que es la que necesitamos ahora y es una manera de crear empresas más resilientes. También globaliza mucho mejor, ya que ahora con la pandemia hay compañías tecnológicas que se han expandido internacionalmente mucho más rápido.

Por ejemplo, Microsoft Teams o Zoom tienen un grado mayor de utilización y muchas aplicaciones de Videojuegos o de consumo de series online han crecido mucho. Incluso los gobiernos han tenido que empezar a pensar en regulación para empresas que operan digitalmente, para un mundo laboral que va a cambiar y que está más guiado por proyectos que por empleos de tiempo permanente, nuevas realidades como consultas médicas hechas digitalmente… Todas estas cosas sabíamos que teníamos que ponerles nombre y regulación, pero esto nos va a ayudar a poner orden y a crear una nueva base.

¿Qué perfil empresarial es el que acude a Opinno y cuáles son los puntos clave que se les da a los clientes para que el proyecto sea satisfactorio?

Opinno es una consultora que solo trabaja en innovación y de forma bastante ancha. Nosotros nos definimos a nosotros mismos como una tienda donde se tienen todos los servicios necesarios para el proceso de innovación. Hay algunos, por ejemplo, que tienen que ver con la construcción de ecosistemas, con saber qué está pasando, cuáles son las nuevas tendencias...es decir, una labor de prospección, inteligencia y de relación con el ecosistema externo. Hay otra labor de transformación y de pensar cómo van a ser las empresas en el futuro para crear planes que impliquen cambiar la cultura, las formas de trabajo y los productos y servicios digitales. Y luego tenemos un tercer grupo que se encarga de construir estos nuevos productos digitales con diseñadores, programadores y arquitectos de software.

La innovación también pasa por las nuevas tecnologías. Opinno-IA es un sistema de inteligencia artificial para la gestión de los recursos humanos y la predicción del desarrollo profesional. ¿Qué otros avances tecnológicos tiene la consultora que la diferencian de las demás?

El valor más importante que tenemos en Opinno es que nacimos durante una crisis y nos consideramos como una consultora con un nuevo paradigma y de una nueva generación. En esta nueva generación, tenemos una máxima que es que el talento ya no quiere trabajar en nómina permanente para nadie. El talento se querrá juntar por proyectos que le interesen y con gente que le inspire. De este modo, hemos creado una compañía que es capaz de dar una experiencia a nuestros clientes de consultoría de toda la vida, pero por detrás en la ejecución de proyectos para traer a los mejores expertos de todo el mundo.

Y para ello hemos desarrollado un montón de tecnologías para identificar quiénes son las personas que más saben de cada cosa y poder incorporarlos en los proyectos que tengamos, así como que puedan trabajar de forma remota. Lo revolucionario es que se haga un proyecto, por ejemplo, de visualización de datos para una empresa energética y que en él pueda participar un matemático del MIT, un antropólogo de la Complutense, un chaval que está investigando blockchain en una start-up y los consultores de negocio de aquí. Ahí es donde creemos que se tiene una combinación más potente de lo que puede hacer otra consultora tradicional.

¿Se puede considerar a una estrategia sostenible con el medioambiente como un pilar sólido para el éxito de empresas en la actualidad?

El mundo en general iba en esa dirección y la pandemia ha acelerado también la aplicación de un pensamiento sistémico tanto en las administraciones públicas como en las empresas privadas. El pensamiento sistémico significa que se piensa el mundo como sistema y la empresa forma parte de ese sistema. Si se pregunta a una persona perteneciente a la Generación X que defina qué es una empresa dirá que es un grupo de personas y de bienes que se coordinan para dar beneficio al accionista. Tradicionalmente se ha pensado que el beneficiario debe ser el accionista, pero en este nuevo pensamiento de sistemas se piensa que los beneficiados no son los interesados en una empresa, sino también los empleados, el medioambiente, los ciudadanos y todo lo que rodea el día a día de una compañía.

Entonces, los líderes, las estrategias y las iniciativas que salgan desde las administraciones en el futuro próximo van a ir orientadas en todos estos interesados. Y curiosamente se ha visto en los últimos años que es muy rentable pensar así, ya que, si en último término se busca generar un cambio positivo para el mundo, siempre la compañía va a ir mejor.

En un futuro cercano, ¿cuáles son los proyectos que quiere Opinno poner en marcha?

Estamos muy enfocados en tres dimensiones. Una es el crecimiento internacional, queremos ser un jugador más global de innovación y ese movimiento que hemos hecho hacia Italia lo vamos a repetir en otros países dentro y fuera de Europa. El segundo es que pensamos que el futuro va a ser más tecnológico; una consultora que diga cómo se hacen las cosas sin saber hacerlas no va a ningún lado, por lo que vamos a crecer en nuestra parte tecnológica y a sofisticar la propuesta de valor a nuestros clientes que ya no solo quieren saber de qué va el big data o la inteligencia artificial, sino que necesitan implementarla para darle resultado de negocio.

Y la tercera área donde vamos a invertir es en fortalecer la idea de una compañía que puede dar un servicio de consultoría tradicional y cómodo, pero que agrupe el interés de todos los expertos que tenemos distribuidos por el mundo; y creemos que duplicando nuestra plantilla tendríamos una capacidad de ejecución equivalente a las grandes consultoras, pero con la flexibilidad que da trabajar con los expertos en la nube. Porque hay expertos de Opinno de todos los campos en todas las regiones del mundo.