La revolución económica generada por la creciente introducción de robots en los procesos productivos podría generar un impacto contundente en el empleo.
Según un informe de McKinsey para el año 2030, 800 millones de personas quedarían sin empleo a causa de los robots. Esta cifra representa el 10% de la población mundial que la ONU estima para el mismo año.
La investigación llevada a cabo por Mckinsey se basa en datos de 46 países y 800 clases de trabajo, destacando que el impacto va a depender de dónde se encuentre el trabajador. En tal sentido, países desarrollados como Estados Unidos, Reino Unido, Japón y Corea del Sur, disponen de mayores recursos para invertir en la automatización, por ende sus trabajadores estarán más expuestos al impacto de la revolución robótica.En cambio, naciones más pobres, como India por ejemplo, al no poder realizar inversiones cuantiosas en robótica o inteligencia artificial, verán como la tasa de empleo seguirá creciendo.
Tipo de trabajos afectados
Los trabajos que sufrirán el impacto van a variar. Si la labor involucra tareas repetitivas y uso de datos, será vulnerable; de forma que no solo los empleos peor remunerados y menos cualificados se afectarán. De hecho, hay trabajos que realizaban abogados novatos que ya están siendo desarrollados por inteligencia artificial. Sin embargo, el reporte de McKinsey señala cuáles son los trabajos que sufrirán un mayor impacto por la robotización:
- Operadores de máquinas industriales.
- Lavaplatos en restaurantes.
- Preparación de comida.
- Empleados de oficina (contables, recepcionistas, secretarias).
De acuerdo a este informe, 33% de la fuerza laboral en Estados Unidos será desplazada por robots en 2030, en Japón la cifra asciende al 50%.Por su parte, en Reino Unido se estima que el 20% de los trabajos sean automatizados.
La inteligencia artificial también será capaz de crear nuevos empleos
Pese a las conclusiones de McKisey, el panorama desde la perspectiva de los ejecutivos no es tan grave.
Según el informe “Global Manufacturing Outlook” elaborado por KPMG con base en los resultados de una encuesta aplicada a 300 ejecutivos de empresas de manufactura, la inteligencia artificial creará más puestos de trabajo de los que destruya.
En este aspecto, 66% de los consejeros delegados de las empresas consultadas comparten esta opinión, además el 95% considera que esta nueva revolución industrial es una oportunidad.
Tom Mayor, investigador de KPMG, afirma que la evidencia demuestra que las personas y las economías tienen mucha creatividad y una gran capacidad de transformación, destacando además que las nuevas tecnologías promueven el crecimiento y el nacimiento de nuevas industrias.
El reto en las organizaciones de la inteligencia artificial
Aun cuando las expectativas de los directivos consultados por KPMG respecto a la IA son positivas, el 70% piensa que hay un gran desafío por delante para cumplir a tiempo con la puesta en marcha de la trasformación tecnológica en el sector manufacturero. Asimismo, 50% de los encuestado considera que los órganos directivos suelen tener expectativas muy altas en relación al retorno de la inversión en estos procesos. En consideración a esto, el responsable de industria de KPMG en España, Miguel Ángel Castelló, afirma que las empresas no verán los beneficios de la automatización y de la transformación digital, sin una estrategia que involucre a toda la organización. Esto significa que se deben adoptar las nuevas tecnologías en la administración, en el proceso productivo y en los sistemas de suministro.