Albert Einstein dijo una vez: "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas". Parece que el que fuera una de los científicos más influyentes de la historia no iba mal encaminado puesto que hoy en día la tecnología sobrepasará la humanidad.

Desde aproximadamente 2008, aparecieron robots preparados para andar, trasladar objetos inclusive para correr hasta 6km/h. Presentados al mundo con grandes éxitos y surgiendo curiosidad entre los humanos. El problema venía por el gran costo de estos aparatos y, por supuesto, la incompatibilidad e inseguridad de las respuestas de los robots en los lugares reales.

En el año 2010, salió a la venta el robot Garage PR2, creado por el laboratorio de cibernética de asistencia sanitaria de Georgia Tech y Willow Garage. Tuvieron la colaboración de Henry Evans, quien se quedó tetrapléjico a los 40 años después de padecer un infarto.

Él y su mujer hablaron con Willow Garage y Charlie Kemp, profesor de Georgia Tech, al conocer la existencia del robot y comenzaron con el gran proyecto de usar los androides para el apoyo de los más necesitados. Gracias a su nuevo compañero, Henry pudo dejar objetos en cajones, rasurarse la barba o rascarse, algo que Evans no lo había conseguido en diez años. Tiene otros funcionamientos como abrir puertas, plegar la ropa o sujetar elementos.

En 2011, apareció HAL, o mejor dicho, Hybrid Assistive Limb, en el que sus creadores, la Universidad de Japón Tsukuba y la entidad robótica CYBERDYNE, anunciaron que las pruebas con el esqueleto se iniciarían un año más tarde. Finalmente, en 2013 fue aprobado como un procedimiento terapéutico para los humanos. Se inventó con el propósito de favorecer a las personas mayores o cualquiera tuviera complicaciones de movilidad.

Se incorpora por todo el cuerpo rodeándolo y aumenta la fuerza del individuo desde un 2 hasta el 10.

Este androide es el único robot en conseguir tanto el certificado de la seguridad global como el certificado en Europa como un mecanismo sanitario. En Japón cualquiera puede obtenerlo por el precio de 4.500 euros y acaban de instalar por parte de la empresa CYBERDYNE una oficina en Dinamarca, lo que indica que tienen intención de meterlo en Europa.

En suma, parece que la era robótica no está tan lejos como se estima, aunque no sabemos con certeza si supondrá una mejora para la humanidad o puede causar la pérdida de empleos con las habilidades que están alcanzando estos aparatos.