Mañana, 29 de junio, será el último día que permanezcan operativas las tiendas de Toys R Us en Estados Unidos. Tras el anuncio en 2017 de su bancarrota, el pasado marzo fue el momento elegido para hacer pública la noticia del inminente cierre.

La popular juguetera posee 800 tiendas en EE.UU. y pese a los crecientes rumores en torno a los intentos del anterior CEO de reflotar el negocio, parece evidente que la era digital ha pasado factura a la legendaria compañía. Evidentemente, la medida afectará al resto de establecimientos alrededor del mundo, entre los que se encuentra España, país en el que Toys R Us cuenta con 53 tiendas y emplea a 1.600 personas.

¿Es posible el reflote?

Storch cesó su actividad como CEO de la juguetera en 2013, año en el que la enseña estaba valorada en algo más de 1.000 millones de dólares. Al cabo de los dos años de su dimisión, comenzaron las pérdidas que no han cesado hasta la actualidad.

Sin embargo, tal y como ha transcendido a pesar de los pocos datos con que se cuenta, Storch está en contacto con varios grupos de inversión con la intención de retomar el negocio y evitar los numerosos despidos. Uno de estos grupos es Fairfax Financial Holdings, que en el pasado ya se hizo cargo de sus tiendas canadienses.

A la espera de futuros movimientos, la empresa ya ha presentado la solicitud de liquidación ante los tribunales, y el progresivo cierre o venta de los establecimientos en todo el mundo es cuestión de tiempo.

Cabe reseñar que la compañía posee tiendas en China, Brunei, Malasia, Canadá, Australia, Francia, Polonia, Suiza, España y Portugal, entre otros países.

La juguetera llegó a España en el año 1991 e instaló su primera tienda en el municipio barcelonés de Sant Quirze del Vallés. En 2011 se lanzó al comercio electrónico y se ha convertido, por méritos propios, en una de las referencias del sector.

El cierre amenaza a todo el sector

El descenso de las ventas en el sector juguetero es un fenómeno que lleva varios años desencadenándose. Al parecer los continuos esfuerzos publicitarios, al margen de la temporada navideña donde sí se consigue remontar el volumen de ventas, no surten los efectos deseados.

La era digital ha mermado la capacidad de sorpresa y atractivo del sector.

De hecho, la competencia de Toys R Us también ha evidenciado grandes pérdidas. Recordemos que Lego tuvo que despedir al 8 % de su plantilla y que Mattel ha visto cómo se devalúan sus acciones en un 80 % al perder la licencia de Frozen. Además, la icónica muñeca Barbie está cada vez más olvidada y se ha convertido más bien en un artículo de coleccionismo. Sea como fuera, no deja de causarnos cierta nostalgia el cierre de la firma que tantas sonrisas y buenos momentos nos ha brindado.