Me lo renovaron sin mi autorización

"Me llamaron para informarme de que el precio de la póliza del coche iban a subirlo el próximo año y les pedí que no me lo renovaran todavía -nos cuenta FG- y cuál fue mi sorpresa que, aún no había llegado la fecha de la renovación y recibo un email agradeciéndome que haya renovado con ellos. Cuando fui a pedirles explicaciones y a solicitarles la baja me dijeron que no lo había comunicado con el tiempo estipulado por ley, ignorando que ellos me habían renovado la póliza sin mi permiso.

"

Me amenazaron con un abogado

A.I. nos cuenta que en el momento en que tenía que renovar su segurono tenía el dinero para pagarlo porque se había quedado sin empleo. Pese a que les rogó que les fraccionara el pago para facilitarle la liquidación la Aseguradora no sólo se negó sino que además le quitó la bonificación y les envió un abogado para reclamarle el pago.

No me enviaron el contrato completo

"Tuve una avería en el coche en la carretera, en otra provincia -nos dice P.G.- y solicité que me lo enviaran a mi ciudad, se negaron porque, según las cláusulas del contrato, no lo cubre el seguro. Les dije que mi contrato no contiene esa cláusula y al parecer corresponde a unascondiciones generalesque nunca me enviaron y de las que no tenía constancia"

Subidas indiscriminadas, renovaciones ilegales, amenazas, inflexibilidad en pago, falta de información...

estas tretas se están ejerciendo indiscriminadamente por las aseguradoras españolas, grandes gigantes que tienen mucho poder a la hora de hacer cumplir la ley a su favor, pero el mismo poder para que los pequeños consumidores no puedan ejercer sus derechos cuandoestán en peligro.

El sector de las aseguradoras, desgraciadamente, no es el único que ejerce prácticas abusivas e inmorales con sus clientes aprovechando su fortaleza económica y el apoyo de una ley laxa que favorece a las grandes empresas en detrimento de los pequeños consumidores.

Es bien sabido que las compañías telefónicas así como las compañías eléctricas también ejercen prácticas discutibles. Estos sectores coinciden en varios puntos: por un lado, ofrecen servicios indispensables para la vida diaria del consumidor, y esto mismo hace vulnerables a los usuarios. Por otro lado, la ley regula siempre a favor de las compañías despreciando las necesidades de los usuarios y, por último, el queso suele estar repartido entre pocos, cosa que fuerza la impunidad con la que ejercen sus abusos.