En todas las situaciones conflictivas de la vida, para tratar de evitar la confrontación, suelen aparecer personas bien intencionadas, normalmente llamadas moderadas. Estas personas lo que hacen es plantear propuestas diferentes, normalmente a medio camino entre las posiciones enfrentadas. En política, en los últimos años, este tipo de posiciones y de propuestas suelen ser conocidas como "terceras vías".

Así, en la actual confrontación entre el separatismo catalán y el españolismo, ha surgido una nueva Tercera Vía, gente, por supuesto, moderada y bien intencionada que trata de defender la "españolidad de Cataluña pero respetando su especificidad".

Lo que proponen es una "reforma de la Constitución Española para hacer de España un estado federal en que pueda encajarse bien Cataluña".

Dicho así es difícil plantear objeciones a este planteamiento, cualquier español de buena voluntad podría asumirlo. Sin embargo es necesario analizar la propuesta. Bueno, en primer lugar más bien es necesario saber cuál es la propuesta concretamente, qué es eso de una "España federal en la que encaje Cataluña".

Las naciones del mundo se dividen en tres tipos según su organización política de la administración territorial. Hay países unitarios-centralistas, federaciones y confederaciones.

Los estados unitarios centralistas son aquellos en los que los poderes centrales conservan todas las competencias y administran todos los recursos públicos de la nación de forma que si hay administraciones territoriales, regionales o provinciales, son delegaciones del poder central.

El ejemplo más típico de este tipo de países es Francia que, por ejemplo, acaba de realizar, de la noche a la mañana como quien dice, una supresión de provincias y regiones, fusionando departamentos para reducir costes económicos, y lo ha hecho solo el Gobierno central sin tener que negociar nada de nada con ningún poder territorial.

Los países federales son aquellos en los que hay una descentralización del poder, este está repartido entre una Administración Central y las territoriales, se llamen estas estados o regiones, que tienen asumidas competencias para gobernar los asuntos correspondientes a cada territorio, pero el Gobierno Central conserva la soberanía nacional y las competencias y los recursos necesarios para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos y la solidaridad interterritorial.

Los ejemplos más claros de este tipo de países son los Estados Unidos de América y la República Federal de Alemania.

Por último, están las Confederaciones, son naciones formadas por territorios con soberanía propia que lo que hacen es ceder parte de las competencias de cada territorio para que sean administradas por un gobierno común, pero las competencias fundamentales y las decisiones últimas de temas importantes corresponden a cada territorio. El ejemplo típico de este tipo de países, desde siempre, es Suiza, la llamada Confederación Helvética, formada por cantones que funcionan de forma prácticamente independiente en muchos temas. Sin embargo, el mejor ejemplo que podemos entender hoy en día de lo que sería una confederación es la Unión Europea, naciones soberanas e independientes, cada una con su organización secular, ceden parte de sus competencias, en este caso en materia económica o monetaria (aunque no del todo, pues ni siquiera existe una unión fiscal), pero conservando la independencia de cada estado y la capacidad de decisión, incluso para los temas comunes, que deben ser acordados entre todos.

La forma más fácil de entender la diferencia entre federación y confederación la tenemos en la Guerra de Secesión, la guerra civil Norteamérica que todos hemos visto en infinidad de películas. Esta guerra fue un enfrentamiento de confederados contra federales. Los confederados se rebelaron contra la Unión Federal porque no admitieron que el Presidente y el Congreso de los Estados Unidos tuvieran la facultad para decidir que ningún estadounidense podía ser esclavo, querían que cada Estado confederado fuera soberano para decidir abolir o no la esclavitud.

Y España hoy ¿qué es lo que es?, el estado de las autonomías español es una ¿federación y confederación?. Nominalmente ni una cosa ni otra, ciertamente la constitución española no habla para nada ni de federación ni de confederación ni de órganos de gobierno ni administraciones federales ni confederales.

El llamado Estado de las Autonomías fue un invento de la Transición para intentar dar satisfacción a los nacionalistas vascos y catalanes sin mosquear demasiado a los nacionalistas españoles y lo único que se ha conseguido durante tres décadas ya es no satisfacer a nadie y mosquear a todos.

El caso es que España ya funciona como un estado federal, más que federal, confederal en algunos aspectos como el tratamiento fiscal que tienen vascos y navarros, pero absolutamente sin definir … y este es el problema: la indefinición, que aboca constantemente al conflicto entre qué competencias son de unos y de otros y, sobre todo, la financiación de las comunidades autónomas, en permanente revisión y conflicto siempre por insuficiente.

En los países federales las regiones o estados federados tienen sus competencias claramente definidas y establecido el mecanismo de financiación de tales competencias, lo mismo que los gobiernos centrales, de forma que todo el mundo sabe cual es su responsabilidad y con qué recursos cuenta para hacer frente a sus responsabilidades.

Ciertamente España necesita urgentemente una reforma constitucional, es necesario actualizar el marco legal de un país que hoy ya no es como en 1978, y es necesario corregir las cosas que se ha demostrado con los años que han funcionado y funcionan mal. Son varias las cuestiones que hay que corregir, actualizar y modificar de la Constitución española y seguramente la más importante la organización territorial.

Probablemente lo más oportuno será afirmar y dar marco legal a lo que España es ya de facto, un estado federal, pero, sobre todo, lo que es urgente es organizar y definir claramente la estructura político-económico-administrativa del país, definiendo sin dudas cuales son las responsabilidades de cada gobernante en cada ámbito de decisión y los recursos económicos para hacer frente a las mismas. Eso sí, si España ha de seguir siendo una nación o un país o un estado o como quiera que acordemos que se llame eso que siga siendo España, las autoridades centrales de eso llamado España deben conservar competencias y poder suficiente para garantizar que todos sus ciudadanos, independientemente del territorio en el que residamos, tengamos una igualdad básica de derechos, deberes y oportunidades, y también los recursos necesarios para poder garantizar la solidaridad interterritorial y la redistribución de la riqueza para compensar desigualdades.

Y evitar disparates que pasan ahora como que haya 17 calendarios de vacunación distintos para los niños españoles que ni se les ponen las mismas vacunas ni a las mismas edades, dependiendo de la comunidad en que residan, con el riesgo para la salud que ello significa, o que no se explique la misma Historia o Geografía a todos los escolares españoles (vale que en cada territorio se pueda hacer hincapié en lo propio, pero lo común deber igual).

La inmensa mayoría de españoles estamos de acuerdo en que la España de las autonomías no funciona bien, no ha cumplido ni siquiera con el deber básico de acercar la administración a los administrados, simplemente ha sustituido el llamado "centralismo de Madrid" por otros centralismos muchas veces peores.

Pondré un ejemplo de esto que no es que sea cosa muy grave pero sí que es curioso y sobre todo significativo de cómo funcionan las cosas, también en asuntos mucho más importantes.

En Albacete la Feria y fiestas locales se celebran del 7 al 17 de Septiembre, desde hace muchos años. Cuando las competencias educativas las conservaba el Ministerio de Educación, de España, el Director Provincial de Educación era competente para saber que en Albacete no podía haber clases durante la Feria y se organizaba el calendario escolar con esa premisa. Sin embargo, al asumir Castilla-La Mancha las competencias educativas, el ahora Delegado de Educación, ya no es competente para establecer el calendario escolar, que ha de ser igual para toda la región, con un escaso margen de días para fiestas locales, resultado, desde que las competencias educativas han dejado de ser españolas para ser castellano-manchegas, los niños de Albacete tienen escuela durante, por lo menos, la mitad de la Feria.

No es que sea muy grave, pero sirve de ejemplo de cómo funcionan las cosas. Pero hay algo que sí es gravísimo por lo que significa de despilfarro económico y de descoordinación …. La duplicidades o más de administraciones distintas.

En Albacete tenemos Ayuntamiento, Diputación Provincial, Junta de Comunidades regional y Estado. Es decir, que hay concejal de Educación, diputado provincial de Educación, delegado de la Junta de Educación y supongo que alguien también representará al Ministerio de Educación … además de, por supuesto, Alcaldesa, Presidente de la Diputación, Delegado de la Junta y Subdelegado del Gobierno …. Sobran cargos, sobran servicios y competencias duplicados o triplicados que, en el mejor de los casos, esperemos que tengan una buena coordinación, pero demasiados ejemplos tenemos de que muchas veces lo que hay es descoordinación y desconfianza entre los que deberían limitarse sólo a servir al ciudadano.

Por no hablar de los costes económicos y de la ineficacia que suponen tantas administraciones superpuestas.

Todo esto es lo que necesaria y urgentemente hay que solucionar y racionalizar, y probablemente la solución sea realmente la definición de una España federal, pero para mejorar toda España, no sólo para "dar encaje a Cataluña".

Porque mucho me temo que a lo que se refieren los que hablan de federalizar España para encajar Cataluña es a ir a una Confederación entre España y Cataluña, dotando a Cataluña de una mayor autonomía que al resto de comunidades para que pueda tener, sobre todo, una mejor financiación, por lo menos, como pasa ya con Euskadi y Navarra.

Y esto dudo que haya muchos españoles dispuestos a aceptarlo, vale que nos tragamos lo de Euskadi y Navarra porque nos vino dado en la Constitución sin que nos enterásemos mucho ni que nos la hayan explicado demasiado.

Por cierto, sería esta otra de las injusticias que debería solucionarse en una España Federal. Pero conceder ahora un estatus similar a Cataluña sería imposible de disimularlo.

No sé cómo lo harán los legisladores, si es que acaban haciendo algo, que algo deberán hacer, pero lo que deben tener claro es que lo que se haga no puede ser ni un agravio ni una discriminación para el resto de la España no catalana ni un privilegio ni un premio al chantaje del nacionalismo catalán. Es evidente que la independencia de Cataluña perjudicaría a toda España, principalmente a Cataluña pero no sólo, pero mucho más dañino y perjudicial para la convivencia entre todos los españoles sería premiar el chantaje concediendo privilegios.

Porque además lo que demuestran las últimas décadas de España con autonomías es que los nacionalistas catalanes no se van a conformar con una España Federal, lo mismo que no se han conformado con una España de las autonomías que supusiera "café para todos". Lo que los nacionalistas catalanes quieren es ser diferentes, si han de ser autónomos, más autónomos que nadie y en una Federación … no sé cómo podrían ser más federados que nadie, eso sería, por lo menos, confederación. Y, la verdad, en los tiempos que vivimos, cuando de lo que se trata es de ir suprimiendo fronteras en la Unión Europea para ir construyendo un Federación en Europa, ir haciendo lo contrario dentro de España me parecería completamente absurdo.