Unos días después de haber conocido que las localidades españolas con menor renta familiar son precisamente las localidades más turísticas del país, ahora hemos conocido la causa. Lo ha denunciado Comisiones Obreras: salarios bajos y precariedad laboral. Efectivamente, según desvela el informe de Comisiones Obreras, con datos referidos al año 2013, los trabajadores del sector turístico español cobraban una media de 13.851 euros anuales, 8.846 euros menos que la media del resto de trabajadores, que alcanzó los 22.697 euros.

No es, sin embargo, este dato lo más grave denunciado por el informe de Comisiones Obreras.

Pese a las cifras espectaculares de aumento de turistas en nuestro país que constantemente nos publicitan las autoridades, el sector turístico emplea hoy a entre 100.000 ó 150.000 trabajadores menos que antes de la Crisis. Más concretamente, el empleo en el sector turístico crece sólo un 1'85 %. mientras que el número de turistas está creciendo un 6%, las pernoctaciones de dichos turistas crecen un 3'9 %, el nivel de ocupación por habitación un 5'9% y, lo mejor de todo, la rentabilidad un 9'4%.

Es decir, traduciendo los datos, el crecimiento del sector turístico se está haciendo a costa, básicamente, de los sueldos y de las condiciones laborales de los trabajadores del sector. No es que sea algo exclusivo del sector turístico, es práctica generalizada en cierto empresariado que está aprovechando esta crisis para incrementar beneficios, reduciendo costes y, sobre todo, esclavizando más a sus trabajadores.

Pero se está produciendo de una forma mucho más intensa en el sector turístico.

Con el grave añadido para la marca España de que, siendo la turística una de nuestras principales industrias, es el principal escaparate de lo que somos como nación. Resultando en consecuencia de lo anterior que la imagen que estamos dando de España es la de unos trabajadores cada vez más pobres y precarizados.

Y otra consecuencia más que previsible: cualquier empresa que se precie y que tenga voluntad de continuidad y visión de futuro, siempre y en cualquier lugar del mundo, tratará de tener los trabajadores, su capital humano, en las mejores condiciones posibles, con el objetivo de que su fuerza laboral sea un valor añadido en calidad y servicio y en consecuencia, una generación de mayor beneficio para la empresa.

Sin embargo, en España hoy y en el sector turístico, puntal prioritario de nuestro PIB y de nuestra imagen corporativa, estamos haciendo todo lo contrario, estamos maltratando a los trabajadores, generando una bolsa de descontento inevitable, pues más pronto que tarde, sólo quedarán trabajando en el sector quienes no tengan más remedio.

Por desgracia seguirán siendo muchos por mucho tiempo, consecuencia de la crueldad de la crisis que sufrimos, por suerte para el sector, los países que mas competencia nos podrían hacer en nuestro entorno Mediterráneo, como Grecia, o los islámicos del norte de África están peor que nosotros, por distintos motivos, pero más les valdría a los empresarios del sector no seguir fiando sus perspectivas económicas a la fragilidad de la competencia. Lo que mal se hace mal suele acabar. Deberían empezar a replantearse seriamente empezar a actuar como empresarios de verdad. Sus empresas y, de paso, la economía nacional se lo agradecería.