Hace unas semanas, el Athletic navegaba por aguas revueltas. Era incapaz de generar ilusión a la parroquia rojiblanca. Las buenas sensaciones creadas en partidos puntuales no tenían continuidad y no hacían más que generar ruido en todo Bilbao acerca de la continuidad de Gaizka Garitano. Al equipo le faltaba ese empujón que le caracteriza su ADN.

Marcelino ha generado grandes dosis de optimismo

El año nuevo y los Reyes Magos le han devuelto la sonrisa al Athletic de la mano de Marcelino García Toral. Dos semanas de entrenamiento del asturiano le han valido a los athleticzales para saber que es un gran entrenador.

Inteligente, metódico, con gran caché y sabe ganarse a los jugadores. Su sistema 1-4-4-2 ha dado los frutos necesarios al equipo. El rendimiento que han dado en la Supercopa futbolistas como Raúl García, Iñaki Williams, Unai Vencedor o Dani García hubiera sido difícil verlo con Gaizka Garitano. Por no hablar del nivel mostrado por Óscar de Marcos.

Presión asfixiante, rapidez en la circulación del balón y mucha verticalidad. El resultado final, todos lo sabemos. Marcelino ha explotado las cualidades de cada futbolista y ante entidades de muchos quilates como son el Real Madrid y el Barcelona, ha conseguido minimizar los fallos del equipo. El barco ha cambiado de tripulante y ha cogido el rumbo adecuado.

La final de Copa en el punto de mira

En un futuro no muy lejano se divisa la final de Copa. Nunca en la historia del Athletic había habido tanta ilusión por este trofeo. Y es que el equipo que tendrá enfrente será el rival histórico por excelencia, la Real Sociedad. Un equipo venido de más a menos. El bagaje actual es muy pobre, los números lo corroboran.

Ha logrado una victoria en los últimos 13 partidos. Un equipo que tiene una idea de Fútbol, al más estilo culé y que no sale de ella.

No obstante, para poder practicar ese tipo de fútbol, se necesita tener jugadores de una gran calidad futbolística, ya que cada pérdida de balón ante equipos sólidos suele ser penalizada. Y ese es el gran problema de la actual Real Sociedad, que paga muy caro los errores defensivos y no tiene esa pegada requerida para ser un equipo que luche por grandes objetivos.

Le falta el “ADN Athletic” de la solidez y la mentalidad ganadora que sí tienen por ejemplo los equipo dirigidos por Marcelino, Julen Lopetegui o Unai Emery.

Se puede decir que la victoria moral antes de la final de Copa se la ha adjudicado el Athletic, un equipo más sólido, más intenso y que sabe contrarrestar el juego realista a base de presión y verticalidad. Veremos si la Real sabe profundizar en su juego de la mano de Imanol Alguacil. Desde luego, la clave de la final va a estar en el físico.

Si el Athletic mantiene la forma física que lleva demostrando actualmente, tendrá muy cercana esa ansiada Copa. Sin embargo, si el físico no le responde de la misma manera, las opciones de la Real Sociedad se agigantan, puesto que tiene futbolistas que atesoran una mayor calidad futbolística. Marcelino ha reseteado los pronósticos de la final de Copa. Los ha devuelto a la casilla de salida. La gran final se juega, si el COVID-19 lo permite [VIDEO], desde hoy hasta el 4 de abril.