2018 fue el año que Cristiano puso rumbo a Turín. O, mejor dicho, fue el año I d.C para la reconstrucción del Real Madrid. Han pasado dos años y el resultado no es el esperado. Karim Benzema se encuentra solo. A la espera de que Hazard empiece a carburar, se está notando el verdadero problema que tiene el cuadro de la Castellana: el gol.

Mala planificación de Florentino Pérez

Es una realidad que el presidente del club blanco no ha sabido gestionar bien la incorporación de un delantero de nivel que te garantice un mínimo de 30-40 goles por temporada.

Los necesarios para optar a luchar por cotas altas. Eden Hazard es un futbolista extraordinario, con una calidad sublime. Estamos todos de acuerdo. No obstante, el futbolista belga, de toda su trayectoria deportiva, alcanzó el máximo registro anotador doméstico en la temporada 2011-2012 jugando en el Lille francés, logrando 20 goles.

Unas cifras, que, teniendo en cuenta que el delantero del Real Madrid es Karim Benzema, se antojan escasas para las aspiraciones merengues, puesto que no se le puede pedir milagros al galo. Sus funciones son otras: combinar, ser asociativo…lo que lleva haciendo toda su vida y que le ha llevado al olimpo de los dioses.

Zinedine Zidane debe entrar en acción

Es ahora cuando debe aparecer en escena Zinedine Zidane.

Cuando llega la primavera, las flores florecen y aparece la denominada “Flor de Zizou” que provoca un éxtasis de "FeliZidane". No es el caso, aunque está a tiempo de remediarlo. El Real Madrid sabe que, si el coronavirus lo permite, está ante la oportunidad de alzarse con el título de Liga y cambiar la dinámica que durante tantos años ha logrado instaurar el equipo blaugrana.

Un equipo que está en horas bajas y el conjunto blanco no está sabiendo aprovechar.

La clave de Zizou está en el banquillo. Ese chico que salió del banquillo mordiendo el césped el día del clásico, ya fuese el minuto 90, y que tenía la portería rival como único objetivo. Ese es Mariano Díaz. Un futbolista que no ha tenido ni el respeto ni el protagonismo que debe por parte de Zidane.

Demostró que, dándole oportunidades puede ser importante en este Madrid de reconstrucción (hasta que Florentino encaje la pieza galáctica del “9”). Salió fuera de España en busca del sueño madridista para jugar en un equipo menor, pero sí de suficiente nivel como para tenerlo en el radar. El Olympique de Lyon le dio la confianza y él respondió. 18 dianas en el campeonato doméstico como carta de presentación. Unos números que, de poder plasmarlos en el Bernabéu, hubieran dado un soplo de aire fresco al conjunto de la Castellana.