En el fútbol puedes ganar sin jugar bien o a nada, pero el jugar bien siempre te acercará más al éxito. El equipo de Julian Nagelsmann con su Leipzig pondera esa idea con su juego en bloque y toque en corto. El Atlético de Madrid de Simeone juega a destruir, dar patadas y tirarse atrás. Un equipo que jugando a la contra y a lo mencionado, ha llegado a dos finales de Champions.
Pero que siempre especula y da el cuero al rival.
Con esas dos filosofías, los dos clubes y DT se medían en Lisboa en ese escenario de pesadilla para los colchoneros (gol de Ramos al '93 en la final de 2014). La Orejona es caprichosa y no todos los equipos pueden tenerla. Un gol del estadounidense Adams al '88 dejó en la lona al Atleti y sus sueños de La Primera. El equipo alemán fue el que más quiso y el que mejor trató el cuero.
La fórmula del Cholismo cada año se ha vuelto más obsoleta en Europa. El modelo del Leipzig con una casi cantera en Salzburg, lo ha puesto en 13 años desde la 5ta división alemana a una semifinal de Champions.
Un patrocinador como Red Bull, que ha causado molestia en la clásica manera alemana de tener inversión nacional.
Leipzig tuvo la iniciativa desde el primer tiempo
El Leipzig de Nagelsmann salió con un 3-3-1 con Gulacsi en puerta y línea de tres con Klostermann, Upamecano y Haltsenberg. La media cancha con Laimer, Kampl y Angeliño. El gallego lateral en esa posición, pero siempre yendo a la banda. El medio ofensivo y termómetro del Leipzig, Marcel Sabitzer jugó al lado de Olmo y el ex PSG Nkunku. Dos delanteros, pero con buen juego asociativo con el danés Poulsen como delantero nato solo en punta.
Los colchoneros alinearon un 4-4-2 con Oblak en la portería más Savic y Giménez en la central. Lodi y el ex Spur, Trippier ocuparon la banda.
Herrera jugó en la bomba central, en lugar del lesionado Partey. Junto al mexicano, jugaron Koke y Herrera; Carrasco jugando más en banda. Arriba Diego Costa y Llorente.
Leipzig quiso el cuero y el Atleti se tiró atrás buscando dañar en latigazos. El Leipzig dio una lección de como sacar el balón en corto desde la defensa. El francés Upamecano dio una clínica en ese aspecto. La más clara del primer tiempo, fue del Atleti. Una pared entre Lodi y Carrasco, acabó en tiro dentro del área del belga que sacó bien Gulacsi. Lodi y Carrasco causaron peligro en esa banda izquierda. El Leipzig al 41 tuvo una serie de cabezazos cerca de Oblak.
Sabitzer asistió el gol de Olmo e inició el 2do de Adams
Leipzig le dio algo de su medicina al Aleti, al hacer muchas faltas.
El gol llegó al minuto 50 con una buena ampliación a la banda a Sabitzer. El austríaco puso un centro con toque al español Olmo, que entró como tromba al área chica. Un cabezazo esquinado y con dos del Atleti parados, sin seguir a Olmo. Joao Felix desde el banco le cambió la cara al Atleti. Arriba se asociaba bien en corto y al '69 en una pantalla con Costa, obligó al penal de Klostermann. Con el 1-1, el Aleti volvió a ceder la iniciativa.
El Leipzig al '88 encontró un hueco en el medio campo y ahora si dio bien el pase atrás Angelinho a la media luna. Sabitzer fue el que asistió a Angelinho con un pase filtrado de crack. Adams se posicionó solo en la media luna y su tiro pegó en Savic para el desvío.
El 2-1 dejó frío a Oblak y todo el Atlético. El Atleti metió corazón al final, pero con desorden. Morata tuvo una frente a Gulacsi, pero perdió tiempo haciendo un globo antes de rematar. El Leipzig pasó a semifinales, por primera vez, en su corta historia de 13 años.
Simeone y su proyecto (se encuentre o no en transición) es estéril y ya lleno de eliminaciones en Champions League. Nagelsmann con 33 años, ya llevó al Leipzig a la antesala de la final por la Orejona. En la vida y en el fútbol hay maneras de ganar y llegar al éxito. El Leipzig jugando así tiene posibilidades de pensar en grande. El Atlético de Madrid del Cholo parece no saber jugar, sin el cuchillo entre los dientes.