La temporada de los Pelicans no está siendo la mejor de los últimos años. Se han convertido en una franquicia inestable donde algunos de sus jugadores más importante se han marchado o se quieren marchar. Las cosas no funcionan en New Orleans y los resultados no acompañan. El culebrón Davis ha pasado demasiada factura. El equipo sabe que se quiere ir, que no quiere estar en Nueva Orleans y que lo más probable, si no cambian las cosas, es que se marche este verano a otra ciudad que quizá sea Los Ángeles.

Balance negativo hasta el momento

De momento pintan bastos para los Pelicans.

Con un balance negativo (25-33) y con una racha deplorable fuera del Smoothie King Center (9-22) se sitúan en los puesto más bajos de la conferencia oeste, concretamente decimoterceros, solo por encima de Memphis y Phoenix. La temporada pasada, contando la mitad de ella con DeMarcus Cousins en sus filas (se lesionó el 27 de enero), se clasificaron como sextos para los playoffs del oeste con 48 victorias y 34 derrotas. Este año mucho tendrían que ganar casi todo lo que queda para poder alcanzar los números del pasado curso.

Los aficionados de los Pelicans se acordarán de aquellas palabras que pronunció LeBron James el 19 de diciembre: “sería increíble tener a Anthony Davis en los Lakers. Algo que no sentó nada bien en la franquicia.

El jugador de los Lakers fue acusado de hacer ‘tampering’. Finalmente las negociaciones entre el equipo de Los Ángeles y New Orleans no llegaron a buen puerto en este mercado invernal y ‘La ceja’ se quedará en la franquicia de Luisiana hasta verano, como mínimo.

La marcha de Mirotic

Desde que esas declaraciones de LeBron atronaran los oídos de los aficionados de Nueva Orleans, el equipo ha sumado un total de 12 victorias y 15 derrotas.

Davis no participó en varios de estos encuentros durante el mercado de Fichajes y la inestabilidad y el mal ambiente en el equipo de Alvin Gentry era palpable. Sumado a todo esto, Mirotic se marchó a los Bucks a cambio de Jason Smith, Stanley Johnson y dos rondas del draft. El jugador nacionalizado español estaba promediando 16,7 puntos por partido y 8,3 rebotes, siendo así el cuarto máximo anotador del equipo y una pieza vital desde el banquillo.

Con la cabeza de Anthony Davis más fuera que dentro del equipo en el que lleva desde que fuera elegido en la primera ronda del draft en 2012, Gentry deberá pensar en volver a formar un proyecto nuevo que pueda aupar a la franquicia hasta los playoffs, como viene haciendo los últimos años. Si ‘La ceja’ se marcha en verano, podrían incorporar a una estrella, pero de momento, los Pelicans se derrumban y aún quedan muchos partidos por jugar.