Exactamente 2,822 socios pertenecientes al FC Barcelona fueron multados por la reventa de entradas abonadas durante el último clásico jugado en el Camp Nou. Desde hace un tiempo, la entidad ha realizado un minucioso seguimiento en la venta de entradas y personas que asistían a los eventos deportivos para comprobar que no hubiese irregularidades en el proceso de adquisición y disfrute del espectáculo.

Multas desde 1 mes, hasta la expulsión total

Medios informativos anunciaron que las sanciones impuestas a los socios, evitan que puedan obtener entradas preferenciales y acceder a los precios que ofrece el club a sus asociados para luego revenderlas.

Unas 480 personas fueron multadas con la suspensión por un plazo de 14 meses por haber cometido la falta y no haber devuelto el dinero a las arcas del club. Asimismo, un grupo de unas 500 personas, fueron castigadas con 10 meses por haber admitido su culpa, pero devolvieron el dinero.

Otro grupo de 124 socios fueron multados con la suspensión por un plazo de seis meses por haber colaborado con las investigaciones. 33 socios sufrieron la pena máxima al ser expulsados de por vida del club, al haber reincidido en la falta cometida, es decir, lo habían realizado anteriormente. Se calcula que un grupo de aproximadamente 800 personas no han respondido, ni han dado la cara por el asunto, por lo que, el club decidió imponerles una pena de 18 meses de castigo.

Estas faltas fueron cometidas en el partido jugado entre el Barcelona y el Real Madrid en la Provincia de Cataluña, este partido es denominado como el más importante de España, y uno de los más importantes a nivel mundial, debido a la rivalidad histórica existente entre ambos conjuntos.

Pérdidas millonarias

El Barcelona anunció que, con estas acciones, sufrieron pérdidas por el orden de un 1 millón y medio de euros (1.8 millones de dólares americanos), pero parte de ese dinero, ha sido recuperado gracias a la buena voluntad de los asociados que decidieron devolver el dinero de las entradas.

El modus operandi de los socios, era adquirir entradas con carnet de abonados para cancelarlas luego, pero estos decidían revenderlas a otras personas a precios similares al de taquilla.

Cuando se registraba el ingreso de la persona, se verifica en el sistema que no era la misma que había adquirido el boleto, automáticamente se emitía una alerta sobre ese socio.

El club ha comunicado, que con estas sanciones no buscan alejar a los futuros socios del club, más bien intentan implantar buenos valores y costumbres, los cuales son tradicionales y característicos del Barcelona.