No ha sido primera vez que el FC Barcelona ha descubierto a sus abonados revendiendo entradas falsas a los partidos en el Camp Nou. Se entiende como “abonado” a aquella persona que adquiere un paquete de entradas para disfrutar de parte de la temporada o la temporada completa.

Negociaban con el carnet de abono

Algunos de los abonados estaban haciendo un uso indebido del carnet que se les proporciona para que puedan ingresar al estadio y ver los encuentros del equipo azulgrana. La maña consistía en copiar el código de validación del carnet para crear entradas falsas, algo que no está permitido porque este credencial es intransferible.

Por lo tanto, al entrar dos personas al estadio con un mismo código, está dejando sin asiento a otra que pagó legalmente por su ticket.

Las acciones que el club ha tomado van más allá de unos simples castigos. Además de los 2822 abonados sancionados, otros 33 han sido expulsados. Aunado a esto, están preparando una disputa delictiva para aquellos grupos de personas que han obtenido beneficios propios con un patrimonio que es exclusivamente de la organización catalana.

Las pérdidas calculadas sobrepasan el millón de euros

Un portavoz del conjunto blaugrana fue quien dio a conocer la decisión tomada sobre el caso. También dejó claro que la institución está decidida a castigar a aquellas personas que, bien sea de forma individual o conjunta, estén incurriendo en esta estafa.

Dicho directivo explicó que en el último clásico entre Real Madrid y Barcelona, las pérdidas que ocasionaron la reventa de entradas están calculadas en al menos 1,5 millones de euros. En esa ocasión se encontraron entradas falsificadas, las cuales tenían como código de validación los mismos que están impresos en los carnets.

Un total de 2822 entradas fueron halladas en ese momento.

La junta directiva decidió tomar medidas contundentes en pro de evitar estos fraudes

Después de detectar en el clásico las entradas falsificadas, los implicados fueron suspendidos, abriéndoles además un expediente disciplinario a cada uno. En las investigaciones que fueron realizadas con los abonados sancionados, el club ha podido obtener la información necesaria para determinar como operan estas organizaciones criminales que revenden las entradas.

Como algunos socios quisieron colaborar con las investigaciones, un grupo de 124 han sido suspendidos tan solo por seis meses, mientras que otros 33 han sido expulsados de manera definitiva por haber reincidido en esta práctica.

Otro grupo, que se calcula sean unos 500 socios, devolvieron el dinero obtenido con la malversación, estos han sido suspendidos por 10 meses. Otros 480 abonados solo reconocieron haber participado en la estafa y su sanción fue de 14 meses de suspensión. Existe un grupo que no ha dado la cara ni ha dado respuesta a los reclamos del equipo, por lo que estos han sido suspendidos por 18 meses.