A pesar de que al Real Madrid aún le queda el partido más importante de la temporada, Florentino Pérez sigue planificando la próxima campaña. El presidente blanco sabe que aunque se termine ganando la decimotercera Champions League se necesita una revolución porque hay futbolistas que no han estado al nivel.
Todo preparado para la final
Todo o nada. El FC Barcelona ha ganado la Liga y la Copa del Rey y ahora el Real Madrid necesita ganar su tercera Copa de Europa consecutiva para que la temporada no sea un verdadero fracaso. Aunque el futuro de Zinedine Zidane no corre peligro, sabe que la final de Kiev es el partido más importante del año.
Después de el partido ante los azulgranas del pasado domingo la alineación no está nada clara. Dani Carvajal parece que se recuperará, por lo que la defensa forma con el lateral, Sergio Ramos, Raphael Varane y Marcelo. En medio campo Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro son fijos; y arriba aunque Cristiano Ronaldo está entre algodones también llegará.
Por lo que solo quedan dos dudas en el equipo. Isco está lesionado y llegará muy justo, por lo que se quedará en el banquillo. Gareth Bale fue uno de los mejores ante el FC Barcelona y Karim Benzema fue el héroe del partido de semifinales ante el Bayern de Múnich. Todo hace indicar que Zidane volverá a confiar en la BBC dejando fuera a Marco Asensio y Lucas Vázquez.
El sueño de Florentino Pérez
Sea cual sea el resultado, el presidente blanco quiere hacer una revolución de cara a la próxima temporada. Hay jugadores que no han estado al nivel y se les podría buscar salida. Con el dinero que se saque de los descartes, Florentino Pérez se lanzaría a por el fichaje de Mohamed Salah, con el que ya se habría puesto en contacto.
El jugador egipcio ha sido la sensación del año y habría pedido algunas exigencias para acabar de blanco. La primera sería convertirse en el segundo mejor pagado del equipo, solo por detrás de Cristiano Ronaldo. Y la segunda condición sería llevar el número '11'.
Esto conllevaría la salida de Gareth Bale. El galés no ha cuajado un buen año y si llega una oferta alrededor de 100 millones de euros podrían venderlo.
No hay sitio para los dos y Zidane se ha cansado de las actuaciones del extremo.
El gran problema es que el Liverpool solo dejaría salir a Salah por 200 millones de euros, un precio excesivo. Solo queda esperar como se resuelve este conflicto que puede ser el culebrón del verano en el Santiago Baernabéu.