Malos momentos para Leo Messi. El martes el FC Barcelona fue eliminado de forma humillante ante la Roma y ayer tuvo que ver como Cristiano Ronaldo volvía a ser decisivo en la clasificación del Real Madrid que le daba el pase a las semifinales de la Champions League.
Desaparecido
Muchas criticas ha recibido el equipo azulgrana desde su inesperada eliminación. Hasta la fecha todo eran buenas palabras para una plantilla que tiene la Liga sentenciada, está en la final de la Copa del Rey y andaba con paso firme en Europa. Pero el pasado martes todo se torció con un partido para olvidar donde se vieron totalmente superados por una Roma que hizo el partido de su vida.
Ni el más pesimista podría imaginar que tras el 4 a 1 del Camp Nou, los italianos podrían tener opciones de pasar a la siguiente ronda. Pero el conjunto de Ernesto Valverde no estuvo a la altura y la Roma consiguió darle la vuelta al marcador con una remontada que pasará a la historia.
Nadie dio la talla, ni siquiera Leo Messi que se vio muy superado, apenas toco balón y no supo animar al equipo cuando más se le necesitaba. Un palo muy duro para el argentino que ansía ganar su sexto Balón de Oro y esto le quita muchas posibilidades.
Esperanzas perdidas
Según declaraciones del propio Messi, ni suele ver los partidos de los demás equipos. Cuando llega a casa le gusta relajarse junto a su mujer e hijos y olvidarse del Fútbol, y más tras la decepción del martes.
Pero ayer su teléfono no dejó de sonar para avisarle que el Real Madrid estaba a punto de ser eliminado.
Pero nada, no ocurrió. Un dudoso penalti con el tiempo cumplido sobre Lucas Vazquez, permitió que Cristiano Ronaldo volviera a ser el héroe. Un gol que puso al portugués en todas las portadas del mundo y que hace mucho más pequeño a Messi.
Otro problema más para poder ganar el Balón de Oro.
Después de esto al '10' del Barça solo le queda una posibilidad de conseguirlo. Sabe que aunque el Real Madrid acabe ganando la Champions League, este año hay un torneo mucho más importante, el Mundial de Rusia. Aunque no lo tiene nada fácil, si consigue ganar la Copa del Mundo será reconocido como el mejor futbolista de todos los tiempos.
Ahora su cabeza solo está en Argentina. La Liga está ganada, hará el último esfuerzo ante el Sevilla en la final de la Copa y luego se centrará exclusivamente en el Mundial. Su última oportunidad para conseguir lo que todo el mundo le pide. Es ahora o nunca y él lo sabe.