Decepción histórica. El FC Barcelona no supo sacar provecho del gran resultado que saco en el Camp Nou ante la Roma y fue eliminado de la Champions League en un partido de los más humillantes que se recuerdan. Los de Ernesto Valverde fueron muy inferiores al equipo italiano que hizo un machada que pasara a la historia de las eliminatoria de la máxima competición europea.

Mal planteamiento

El primer señalado tras el fracaso del Barça ha sido Ernesto Valverde. El técnico, que estaba haciendo hasta la fecha una temporada para enmarcar, cambio de sistema y decidió sacar dos laterales derechos por banda con Nelson Semedo y Sergi Roberto.

Salió a defenderse y se equivocó. La Roma los arrinconó y el gol tempranero de Dzeko hizo creer a los romanos que nunca se dieron por vencidos.

Tras el descanso la charla tampoco dio resultado y todo siguió igual. Los azulgranas sin el balón y aguantando las embestidas de los italianos que parecían cansarse nunca. Un penalti clarísima de Gerard Piqué, otra vez sobre Dzeko, permitió que se pusiera en el marcador el temido 2 a 0.

Se sabia que en los últimos se iba a sufrir y más viendo el panorama. En el minuto 84 tras un córner se certificó la catástrofe con un gol de Manolas. En los último minutos el Barça lo intentó pero casi no puso en peligro a Alisson. Una remontada que pasar a la historia de la Roma y también de los azulgranas por la humillación recibida.

Mal rollo en el vestuario

Tras terminar el encuentro se sabia que algunos jugadores iban a ser señalados por su mala actuación, pero lo que no soportó Leo Messi fue la actitud de uno de sus compañeros. Ousmane Dembélé, que ha sido el segundo fichaje más caro de la historia del club, no parecía nada afectado por la eliminación.

Ya en el campo (salió cuando el partido estaba perdido), se vio al francés muy apático, sin correr y sin meter la pierna. Esto no lo aguanto el líder del Barça y se lo reprochó en el vestuario. Según algunos medios ambos futbolistas tuvieron que ser separados por sus compañeros.

Ahora, se espera que todo llegue a la calma porque aunque ha sido una terrible decepción, aun tienen que cerrar la Liga y en 10 días disputarán la final de la Copa del Rey.

Si se hace doblete la temporada no sería mala del todo, sobretodo si el Real Madrid no consigue ganar su tercera Champions League seguida. Difícil situación la que le espera al FC Barcelona en los próximos días. Cuanto antes llegue el sábado mejor.