Los Golden State Warriors siguen reinventando el baloncesto y esta madrugada se ha visto un nuevo capítulo de ello. En medio del partido que les enfrentaba a los Phoenix Suns, uno de los peores equipos de la competición, Steve Kerr dio un paso al lado y dejó que fueran los propios jugadores los que diseñaran las jugadas, algo nunca visto. Esto puede ser interpretado como una falta de respeto por los aficionados a la NBA, ya que son muchas las voces (y probablemente con razón) que están seguras de que si el rival hubiera sido otro, el técnico estadounidense no hubiera tomado esta decisión.

Cuando acabó el partido, las preguntas giraron en torno a esa decisión y Kerr no tuvo problemas en responder asegurando que ni mucho menos debía de interpretarse de esta manera. "Le dije a su entrenador que la gente le iba a dar más importancia de la que tiene. No tiene que ver con una falta de respeto. Intentaba llegar a mi equipo. En el último mes no he conseguido tener impacto sobre ellos. Se han cansado de escuchar mi voz. Creíamos que era necesario sacar algún truco de la manga y creo que los chicos han respondido muy bien", aseguró tras el partido Kerr. Si echamos la vista atrás, las palabras de 'head coach' de los campeones resultan creíbles, puesto que en numerosas ocasiones ha asegurado que "el equipo es de los jugadores".

Sin embargo, resulta curioso ver a jugadores como Igoudala, Curry o Green (que fue baja en este partido) dándose instrucciones los unos a los otros y dibujando jugadas en la pizarra. En el otro, lado hubo jugadores de los Suns como el caso del veterano Jared Dudley, que se lo tomaron como una afrenta, pero a pesar de ello cree que se lo merecen.

" Demuestra falta de respeto por el rival, pero puede que ahora mismo no merezcamos ese respeto. Cuando pierdes continuamente por 40 puntos los rivales no te van a respetar. Nosotros mismos tenemos que cambiar eso", dijo el veterano alero.

Los Warriors pasaron por encima del rival

Respecto al encuentro, no tuvo más historia que ver por cuantos puntos podía vencer el equipo de la Bahía.

Si a un equipo que ha ganado únicamente el 30% de sus encuentros le quitas a su mejor jugador (Devin Booker no jugó por problemas en su cadera), el resultado es el que se vio en el Oracle Arena. Un equipo que aguantó solamente el primer cuarto, a pesar de que el equipo rival jugó a medio gas. Buen partido aún así de Elfrid Payton en su nuevo equipo consiguiendo 29 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias.

Ahora está por ver si Kerr utiliza esta táctica en más partidos o se trata solamente de un caso puntual para subir la motivación de un equipo que gana fácil (129-83) hasta sin entrenador.