Es algo que tiene que aportarnos la Memoria Histórica, tan denostada por ciertos políticos que ven derrumbarse su visión de un país perfecto, como ellos veían a la España franquista. Y hay que remontarse a la Guerra civil, donde el país se desgarraba en una guerra de dos años y medio de duración y una posterior dictadura de 36 años, cuyas heridas nunca quedaron del todo cerradas.

Y lo más insólito es que esto que les vamos a contar, es dentro de algo que aparentemente está lejano de la Política: el Fútbol, el deporte que más pasiones levanta en este país.

La revista catalana Sàpiens, de publicación mensual en quioscos, cuenta en su último número un hallazgo sensacional: el Real Madrid, el club con más títulos de España y con más Copas de Europa en su haber (ahora llamadas Champions), tenía silenciado hasta ahora que durante la Guerra Civil había tenido un Presidente de ideas comunistas, es decir, totalmente contrarias a las que tendría posteriormente Santiago Bernabéu, su Presidente más longevo, y muy próximo al dictador Francisco Franco, que llegó al cargo en 1943 y se mantuvo hasta su muerte en 1978.

Antonio Ortega, ejecutado por Franco en 1939

El reportaje, firmado por el periodista Frederic Porta (ex presentador de Telediarios en TVE y TV3, y ex corresponsal en EE.

UU.) y el historiador Ramon Usall, cuenta que durante la Guerra Civil, el Real Madrid tuvo como Presidente a Antonio Ortega, militar republicano que apoyó a la II República y que en julio de 1939, después de un juicio sumarísimo, fue condenado a garrote vil por el franquismo y ejecutado.

Antonio Ortega fue el décimo Presidente en la Historia del club merengue, que por entonces todavía no era aquel club que maravilló al mundo (eso no pasó hasta la polémica llegada de Alfredo Di Stefano en 1953) y que apenas tenía dos Ligas, ganadas en 1932 y 1933, aparte la Copa de España de 1936, todas ganadas gracias al gran portero catalán Ricard Zamora, que evitó muchos goles contrarios.

Su nombre no figura en la web del Madrid, ni en libros ni en el Museo

En el libro del Centenario de la Historia del club, se omite el nombre de Ortega, aunque se recuerda a varios directivos que mantuvieron con vida al Madrid en medio de aquellos trágicos días. Ortega, al llegar al cargo, defendía algo contrario a lo que defiende su sucesor Florentino Pérez: la pureza del deporte, lejos del profesionalismo, y que “no se haría negocio con los fichajes”.

Soñaba con tener “el mejor estadio de fútbol de España”, algo parecido a lo que Bernabéu haría años después con el estadio que lleva su nombre. Además, Ortega era antitaurino, algo casi inconcebible entonces, y nunca lo negó.

Hasta ahora, se creía que Ortega había marchado al exilio, como muchos jugadores del Madrid (como Luis Regueiro, que rehízo su vida en México), pero Porta y Ustrell averiguaron que no, que fue ejecutado con garrote vil en el castillo alicantino de Santa Bárbara. Su nombre se unía así al de Josep Sunyol, Presidente del Barça, que fue ejecutado junto con otros republicanos en la Sierra madrileña durante la guerra, en 1937, y que yace con ellos todavía en una fosa común. Ortega fue también Director General de Seguridad cuando el Gobierno de Juan Negrín en la contienda.

Se reivindica así su nombre, inexplicablemente silenciado en la web del Madrid, su Museo, su Historia y todo lo que tuviera que ver con él. Todo lo contrario del Barça, que siempre ha recordado a cualquier Presidente suyo, aunque fuera impuesto por el franquismo en los primeros años de la Dictadura, describiéndolo sin problemas.