No cabe la menor duda de quien es el jugador más polémico de la historia del fútbol español: Gerard Piqué. Es innegable que el central del F.C. Barcelona está siempre en el ojo del huracán por sus declaraciones ambiguas y no tan ambiguas sobre ciertos temas que tocan la fibra sensible de la población española. Desde que aterrizó en Barcelona para unirse a las filas del Barça, Piqué ha sido un tormento para muchos, el azote del madridismo y un "grano en el culo" para el resto. Todo estos sucesos, sumados a lo ocurrido el pasado 1-O en Cataluña tienen un propósito.

Lágrimas de cocodrilo

Tras el esperpento que significó el partido entre el Barça y Las Palmas por jugarse a puerta cerrada y la incertidumbre que rodeó al encuentro durante toda la tarde hasta minutos antes de su comienzo a las 16:15, Piqué salió a zona mixta para demostrarnos el gran actor que es.

"Si el mister Lopetegui o cualquier otro directivo de la Federación piensa que molesto no tengo ningún problema en dar un paso al lado y dejar la Selección antes de 2018", estas fueron las declaraciones de Gerard Piqué ante el mar de micrófonos de los distintos medios de comunicación. Mientras recitaba este discurso, pudimos ver como el central estaba llorando, visiblemente emocionado. Nada más lejos de la realidad, el plan de Piqué requería esta puesta en escena.

Necesitaba llamar de nuevo la atención ante los medios, que todos los socios del Barça pudieran verle como un martir "maltratado" por la afición española. Los hechos que tuvieron lugar en Barcelona el pasado domingo fueron usados por Piqué para su plan: "La Junta ha intentado por todos los medios suspender el partido por lo sucedido en todas las partes de Cataluña.

Ha sido mi peor experiencia como profesional. Ha sido un día duro, familias y niños han intentado ir a votar y la Policía... en fin, las imágenes hablan por sí solas", comentó Gerard Piqué en zona mixta.

El plan al descubierto

Espero que la afición del Barça y el pueblo catalán pueda quitarse el velo que tienen cada vez que miran al Gerard Piqué porque les ha utilizado como marionetas.

Todo esta farsa del central catalán flota en torno a una única idea: "Quiero ser presidente del Barcelona. Ese es mi sueño". Estas fueron las declaraciones de Piqué en una entrevista para 'Soccer King' el pasado mes de julio. Ese sueño lo tiene desde hace mucho tiempo, algo por lo que ha montado todo este mecanismo de teatralidad y engaños.

"Cuando me retire me gustaría hacer lo que estuviese en mi mano por el club que amo con todo mi corazón". Piqué siempre ha intentado hacer campaña cuando ha tenido un micrófono delante, siempre defendiendo al Barça por encima de directivos y el presidente. Sabe perfectamente, y todos también, que el Barcelona es un club politizado y que la afición en su mayoría es independentista, algo que es usado por el jugador cada vez que tiene ocasión.

El presentarse como "la oveja negra" de la Selección Nacional es solo el principio, luego viene el hecho de defender la consulta catalana o ser el azote del Real Madrid. Tampoco debemos de olvidar que el plan continúa, Gerard Piqué sigue mandando 'tweets' desde la concentración con España, incluso dentro del equipo nacional sigue con su plan a rajatabla.

En definitiva, Piqué tiene el sillón presidencial ya asegurado cuando se retire.