Un solo nombre propio sale a la luz pública cuando de la selección española se habla por estos días: Isco Alarcón. Y es que, para la posteridad ha quedado la dantesca exhibición futbolística del mediapunta del Real Madrid con la Roja el pasado sábado en el Santiago Bernabéu ante Italia, que dejó a la escuadra ibérica virtualmente en el Mundial de Rusia de 2018, acompañada de la goleada frente a Liechtenstein 0-8 tres días después.
Más allá del doblete convertido, vital en la goleada 3x0 que España le endosó a Italia, la actuación del ex jugador del Málaga y Valencia rompió todos los paradigmas. Fue un auténtico show de magia, desequilibrio y efectividad dentro del engramado del "Teatro de La Castellana".
Isco se encuentra en un momento sublime, el mejor de una carrera que todavía no llega a su pico de rendimiento pero que va tomando maneras superlativas, considerando que en seis meses ha pasado de ser recambio en el Madrid y España, a titular indiscutible y motor ofensivo en ambos frentes.
Cada partido que pasa, el "22" pierde menos balones; de hecho, los únicos que dilapidó contra la "Azzurra" llegaron gracias a duras faltas de los Verrati, De Rossi, Barzagli o Bonucci.
Asimismo, pese a no ser el físico su arma preponderante, el enganche malagueño ha ganado cuerpo y potencia en las semanas recientes, sin perder regate ni filigranas y sus galopadas recorren mayor cantidad de metros encuentro tras encuentro, tal y como viene demostrando desde abril con los merengues y de la forma en que lo ratificó en la citada doble fecha de eliminatorias.
Ni hablar de su disparo de media y larga distancia con las dos piernas, que ahora incorpora la excelsa pegada a balón parado. Guardando distancia, y todavía mucha, el Isco actual reúne cualidades de una mezcla entre Zidane e Iniesta; o al menos, eso ha mostrado durante los últimos meses.
Liechtenstein tampoco se libró de Isco
La selección que dirige Julen Lopetegui prácticamente selló su ticket al Mundial de Rusia goleando 8 a 0 como visitante a Liechtenstein, que tampoco se libró del talento de los mediocampistas ofensivos de la Roja, incluyendo al propio Isco Alarcón.
El exquisito mago andaluz marcó a bocajarro una diana; sin embargo, volvió a resaltar aún más por su capacidad para llevar los hilos de España en tres cuartos de cancha, siempre asociándose con el "Chino" Silva, Thiago Alcántara y el propio Iniesta.
Al margen de los "jugones", Modric y Kroos en el Madrid, y los genios Iniesta y Silva en la selección, el dueño de ambas oncenas, en lo futbolístico, y el que agrega el elemento distinto es Isco; caviar en el paladar del amante del buen Fútbol y ahora decisivo en el resultado de sus equipos.