Volvía la Liga para el Athletic Club en un campo que no deparaba buenos recuerdos. El Estadio de Gran Canaria recibía lleno de colorido al conjunto vasco. Los malos resultados cosechados por el Athletic históricamente en las islas, con un balance de 13 derrotas, 6 victorias y 15 empates, hacían presagiar un duelo interesante. Ziganda metía hasta ocho cambios siguiendo con la idea de rotar. Las Palmas acababa con la racha del Athletic, que sufre la primera derrota de la temporada.
Lavado de cara
De inicio, Ziganda tan sólo repetía en el once titular a Laporte y Williams.
Con una alineación made in Lezama, a excepción de Raúl García, el objetivo inicial de los rojiblancos era aprovechar la velocidad de los atacantes y ejercer una presión alta en la salida del balón rival.
Volvían Saborit y Bóveda a los laterales; Sabin Merino a la banda izquierda y Kepa a la portería una vez superado el proceso gripal que lo mantuvo alejado las dos últimas jornadas. Los cambios llegaban en un partido muy complicado y ante un rival que, si bien no es de renombre, suele complicarle la vida a los del Botxo. Además, el Athletic se presentaba como el único equipo con la portería a 0 en lo que va de Liga.
Mucho toque y poco acierto
Halilovic avisaría en el minuto 6 con un tiro que Kepa enviaría a córner, tras una salida en falso de Saborit, titular en detrimento de Balenziaga.
Los rojiblancos tendrían su primera aproximación en una buena triangulación entre Sabin Merino, Williams y Susaeta. Este último entregaría de cabeza para Sabin, pero el balón se le quedaría atrás haciendo imposible el remate. El partido comenzaba a ser de ida y vuelta bien pronto.
El extremo de Urdúliz volvía a la titularidad una vez superados los problemas físicos que le mantenían al margen y lo hacía aún fuera de forma pero mostrando ganas y desparpajo por fases.
El partido se regía por la premisa del toque, con dos equipos gustosos de mover la pelota y trazar jugadas elaboradas para llegar al área rival.
La Unión Deportiva se hacía con la posesión y buscaba las cosquillas de los bilbaínos en internadas por banda. Halilovic y Viera nutrían de balones a Calleri pero este se topaba con un buen Kepa en cada aproximación.
El Athletic pagaba la falta de contundencia de sus laterales, Bóveda y Saborit, esta vez menos acertados que en Ipurúa.
Ziganda se desesperaba viendo el rumbo que tomaba el partido y empezaba a mover la estrategia. Cerca de la media hora situaba a Raúl García en banda derecha y a Susaeta en la media punta. El míster mandaba una advertencia a sus titulares poniendo a calentar tanto a Lekue como a Muniaín.
Halilovic se tiraba al suelo en el minuto 33 aquejado de un choque con Raúl García. El croata, que estaba siendo el mejor del conjunto canario, se tenía que retirar lesionado. Su recambio sería Tana. Los incidentes continuarían con un choque entre Núñez y Chichizola que dejaría a ambos conmocionados.
El central del Athletic saldría para ser atendido, entrando al minuto.
Vitolo seguía haciendo de las suyas por banda izquierda, superando en todo momento a un Bóveda muy flojo defensivamente. Susaeta tendría en sus pies en el '45 una buena oportunidad de colgar un balón en condiciones con una falta escorada. El centro quedaba en nada tras ser despejado por la zaga local. El capitán zurigorri tendría otra jugada crucial, rematando un centro de Bóveda y obligando a Chichizola a despejar a córner. El saque de esquina acababa forzando otro córner, pero los rojiblancos pecaban de inocentes en ambos lanzamientos.
El colegiado señalaba el descanso justo cuando el Athletic estaba metido en el partido.
Las Palmas perdió fuelle en el último cuarto de hora y los de Ziganda aprovecharon para venirse arriba. Desgraciadamente, la falta de acierto planeaba sobre las cabezas de los rojiblancos, que se encomendaría al segundo tiempo para resolver el encuentro.
Segunda Parte
Los equipos salían del túnel sin cambios en el once. La primera jugada reseñable llegaría a los tres minutos gracias a un cambio de juego de Vesga para Bóveda. El lateral prolongaba por banda para Williams, pero el centor de este se marchaba a córner. Más tarde Sabin erraría un mano a mano con Chichizola en una bola a la que no llegaba por velocidad. Williams apunto estaría de enmendar el error de su compañero. La inocencia en la pegada de los jóvenes atacantes volvía a hacer presencia.
El Athletic salía enchufado del vestuario con Mikel Vesga tomando el control del juego rojiblanco. Los de Ziganda necesitan como el beber un organizador en el centro del campo, toda vez que Beñat parece haber perdido la confianza del míster y el puesto se encuentra huérfano.
La UD espabilaba en el '55, aprovechando una pérdida del propio Vesga. Los amarillos trazaban una jugada de ataque peligrosa que a punto estuvo de inquietar al meta visitante. La intensidad del despertar canario traería consigo la primera amarilla del encuentro para Calleri, que en un salto con Vesga clavaría su codo en el '21' rojiblanco.
Aymeric Laporte era el siguiente amonestado, tumbando a Viera en medio campo para cortar una contra.
El partido transcurría en tierra de nadie, con ataques por parte de ambos pero sin generar sensación de peligro. Ziganda movía el banquillo en el '63 para dar entrada a Muniaín y Aduriz por Sabin y Susaeta. La delantera titular del Athletic estaba sobre el campo.
Aritz Aduriz era amonestado cuando llevaba menos de un minuto sobre el verde, en un lance con el defensor Ximo Navarro. En el '64 se marchaba Vitolo para dar entrada a Loïc Remy. El encuentro continuaba por sus fueros, siendo un "toma y daca" en que las jugadas no faltaban pero el acierto brillaba por su ausencia.
El central galo del Athletic tendría la mejor en un remate de cabeza en el '72, pero se fue a las nubes. El juego de los vascos cada vez era más confuso, desordenado y sin profundidad.
Por contra, Las Palmas se situaban mejor minuto a minuto, gracias a la entrada de un Remy que dio un soplo de aire fresco al partido.
En el '83 Muniaín caía dentro del área rival y reclamaba penalti, pero el árbitro hacía caso omiso a las quejas del menudo atacante. El '10' del Athletic lograba hacerse con el balón en el '84 tras una buena puja con Viera y entregaba para Vesga. El joven medio centro probaba suerte pero el tímido disparo no dio problemas a Chichizola. Ziganda agotaba los cambios tras la jugada, metiendo a Beñat para dar descanso a Iturraspe.
Las Palmas, en el '87, encontraría premio a su insistencia en una jugada individual de Loïc Remy. El francés rompía a Bóveda y fusilaba desde dentro del área grande con un tiro al palo largo imparable para Arrizabalaga.
Un rifirafe entre Muniaín y Viera paraba el juego agotando los minutos regulares. Lamentablemente, el colegiado añadía solo 3 minutos de descuento, cuando esos mismos tres minutos son los que casi consumió Viera en tierra.
La última opción para el Athletic llegaría en un saque de esquina pasado del que su receptor, Laporte, no sacaría nada aprovechable. El partido finalizó con victoria local merecida y con un Athletic flojo que sufría su primera derrota del curso.