El Athletic llegaba a Ipurúa con los deberes hechos en Europa y con ganas de lograr su primera victoria en Liga. El Eibar de Mendilibar, conjunto siempre complicado en casa, se presentaba como una dura prueba. Un encuentro puramente físico que se decantaba para el Athletic gracias a la dupla Aduriz-Williams y al trabajo de contención de los de Ziganda.

Derbi entre amigos

El hermanamiento entre eibartarras y bilbaínos se respiraba en cada rincón de la ciudad armera. Un ambiente favorable para el Fútbol, en un Ipurúa lleno hasta la bandera para recibir a los rojiblancos.

Sin el lesionado De Marcos pero con la vuelta de Raúl García, se presentaba el Athletic ante un rival que como local exige el máximo. Oportunidad de oro para Saborit y Bóveda, que podían reivindicarse como alternativa en los costados gracias a las rotaciones.

Mención especial merece el detalle del Eibar con Yeray Álvarez, jugador inmerso en un proceso de quimioterapia debido a un cáncer. Los azulgrana deseaban verlo en la vuelta en San Mamés a través de las redes sociales. Una lucha a la que el mundo del deporte se ha sumado con un grito unánime: EutsiYeray

Los onces confeccionados por ambos entrenadores no mostraban variaciones técnicas. El conjunto local salía con dos puntas de confianza como Kike García y Charles, experimentados delanteros que buscarían las cosquillas a un cachorro como Unai Núñez.

El Athletic, con el dibujo habitual y la intención de explotar la verticalidad de Wiliams y Córdoba por bandas.

Un comienzo duro en lo físico

El partido se preveía físico, motivo por el que Ziganda echaría de jugadores altos y fuertes capaces de foguearse cuerpo a cuerpo. La brega estaba asegurada.

El Eibar arrancaba con convicción, amedentrando a un Athletic que no sabía muy bien por donde les venían.

Unai Núñez, nervioso en el arranque, y Laporte, sufrían con los balones largos dirigidos a los atacantes armeros. Varios fallos del cachorro meterían el miedo en el cuerpo de los rojiblancos. Los locales salían con presión alta, muy agresivos.

Fruto de esa presión, Raúl García caía tras una fuerte entrada de Dani García. Sánchez Martínez, colegiado del encuentro, no iba a mojarse tan rápido a la hora de pitar, dejando jugar hasta que por motivos obvios tuvo que parar el partido para atender al navarro.

Mendilibar, con su genio característico, se mostraba molesto con la decisión arbitral.

El conjunto local dominaba en los primeros compases del partido y el Athletic, incómodo, intentaba alejar al contrario sin éxito. En el 16, un error en entrega de Laporte apunto estuvo de costar un disgusto, si bien se revolvió de su error jugando con Kepa para que este despejara. Sin control en el centro del campo y con Ander Capa poniendo en apuros a la banda izquierda bilbaína, llegaríamos al minuto 20.

El Athletic conseguía bajar el esférico y trazar su juego. Los de Ziganda buscaban a Córdoba y Williams con la idea de abrir el campo para desarmar el bloque azulgrana. Ambos cambiarían de banda, intentando tirar de desmarques de ruptura sin especial éxito pero logrando que la zaga rival comenzara a abrir el cerrojo.

La lucha por el centro del campo cedía en favor de los zurigorris gracias al trabajo sucio de San José y en especial, de Mikel Vesga.

Mientras el Kuko pedía a los suyos que ensancharan el campo, Aduriz y Williams intentaban enlazar varias jugadas sin éxito. La falta de entendimiento entre el presente y el futuro del Athletic pasaba factura en ataque, pues ninguna llegada generaba peligro suficiente para inquietar a la defensa armera, muy metida durante el primer tiempo. Córdoba, haciendo gala de un físico arrollador, probaba fortuna en la primera acción que llegaba a manos de Dmitrovic.

Justo cuando los locales volvían a tomar control en diferentes zonas del campo, llegaría el único gol del encuentro.

Oliveira se quitaba de encima un balón al que acudiría Unai Núñez, pasando la línea del medio campo para despejar. La pelota caía sin dueño a banda derecha con un Iñaki Williams que la pelearía hasta hacerse con ella tras un fenomenal sprint. La "pantera" ponía de primeras un balón desde línea de fondo para que Aduriz la enganchara con un cabezazo ante el que poco pudo hacer su marcador, Ramis, ni el guardameta Dmitrovic.

El "zorro" lograba adelantar al Athletic en el minuto 38, golpeando al Eibar con un duro mazazo que le pesaría en los minutos finales de la primera parte. Se confirmaba el dominio rojiblanco con un Williams cada vez más metido y volviendo loco a Jose Ángel, que tendrá pesadillas con el bilbaíno.

El Eibar, volcado en ataque

Mendilibar tenía claro que le tocaba mover ficha. Al arranque del segundo tiempo Rubén Peña se quedaba en la caseta para dar salida a Bebe. El portugués revolucionaría el espíritu de su equipo, que modificaría el dibujo en lo que parecía un ofensivo 4-3-3. El Eibar iba a por la victoria a pecho descubierto.

Iñaki Williams volvía del descanso con las ganas de hacer diabluras intactas. El delantero se vistió de Romario para hacer una cola de vaca a Jose Ángel en los primeros cinco minutos, dejando patente su estado de forma y superando al lateral valenciano por enésima vez. Su posterior centro no tendría remate pese a la intentona de Córdoba, que llegaba tarde por poco.

Con ambos equipos buscando el gol, las jugadas de ida y vuelta se sucedían con un fútbol rápido y sobretodo, trabado. En estos primeros envites, Joan Jordán recibía tarjeta amarilla tras una dura entrada a Vesga. Los armeros lo intentaban más y mejor que el Athletic, pero los rojiblancos se mostraban serios en defensa, bien en la marca y ofreciendo pocas concesiones. A destacar el gran papel de los centrales.

El peligro local llegaba por medio de Bebe, al que sufrió Bóveda de manera constante. El lateral de Durango no podía con el portugués, que jugada tras jugada hacía gala de su potencia para superar a su pareja de baile. Las internadas por banda y los centros al área llevaban mayor peligro en cada jugada, y un Kepa estelar conseguía dejar la puerta a cero con intervenciones cruciales.

El juego se tornaba más físico y menos técnico si cabe. Mendilibar optaba por meter otro delantero más, quitando a Inui por Sergi Enrich. Ziganda también haría lo propio dando descanso a un desfondado Córdoba para dar minutos a Muniaín, cuyo protagonismo iría de menos a más. Raúl García pasaría a encargarse de la banda izquierda, dejando libertad de movimiento en la mediapunta al diez rojiblanco.

A falta de veinte minutos, Williams tendría una ocasión propicia de gol que mandaría por encima del larguero. Por su parte, Kepa continuaba su recital de paradas, salvando un par de buenos remates de Kike García sobre la línea. El veterano delantero acababa desesperado ante la masterclass de Arrizabalaga.

El Eibar lo buscaba pero el Athletic no cedía un milímetro.

El buen trabajo defensivo y el sobresaliente esfuerzo de Mikel Vesga en el centro del campo menguaba el peligro de los armeros, que bajaban el ritmo pagando el desgaste del partido. El Athletic volvía a controlar el encuentro y a trazar jugadas en ataque, a las que San José se sumaba liberado por la bajada de ritmo del rival. Una buena oportunidad de Muniaín después de una combianción entre Raúl García y San José, que ejercía de capitán en el día de hoy, sería atajada por Dmitrovic.

A falta de diez minutos Ziganda introduciría otro cambio, metiendo en el campo a Lekue y retirando a Iñaki Williams, el mejor jugador del partido sin lugar a dudas.

La presencia del lateral de Deusto añadía músculo a un encuentro que no podía escaparse. Con el Athletic controlando el ritmo del juego en la recta final del partido y la tonta expulsión de Jordán por segunda amarilla tras un agarrón a Muniaín llegaría el final del encuentro.