Leo Messi quiere que el Barça vuelva a reinar en Europa. Después de la gran decepción que ha supuesto que el Real Madrid ganara la Liga y posiblemente la Duodécima Champions League, el argentino quiere que se vuelva a hacer un equipo competitivo para luchar por todas las competiciones.

Aunque hasta el lunes 29 de junio no se sabrá quién será el nuevo técnico que se siente en el banquillo del Camp Nou, los responsables de la parcela técnica ya están trabajando para mejorar la plantilla considerablemente.

El preferido de Messi

El ‘10’ del Barça tiene predilección por un futbolista ex madridista y argentino.

Se trata de Ángel di María, que dio muchas alegrías al Santiago Bernabéu en su etapa como jugador blanco. Cree que sería un refuerzo de mucha calidad, y el complemento perfecto para la MSN. Técnicamente extraordinario, asistente de lujo y con una garra y una lucha impresionantes. Lo malo, que su fichaje no es nada fácil.

Florentino lo tenía previsto

Cuando ‘El Fideo’ salió del Real Madrid por una millonada ningún aficionado merengue quedó conforme. Era un jugador vital para el equipo y uno de los máximos responsables de que se ganara la Décima. Florentino Pérez lo sabía, pero la oferta recibida por el PSG era irrechazable y esencial para poder afrontar los nuevos fichajes que tenía en mente. Pero el presidente se guardó las espaldas para que en un futuro el Barcelona no lo pudiera fichar.

La cláusula del miedo

En el contrato de venta de Di María al PSG se firmó una cláusula por la que, si el jugador salía del club parisino hacia la Liga española después de su primer año, deberían abonar 50 millones de euros al conjunto blanco. Una cláusula que se iba reduciendo con el paso de los años, y que se eliminaba en el mercado del 2017 con una excepción: si el equipo que lo fichaba era el Barcelona, se mantenían los 30 millones indefinidamente.

Fichaje imposible

El PSG está dispuesto a dejar salir al argentino por unos 50 millones de euros, pero si a esto sumamos la penalización de la cláusula se llegaría a los 80. Una cifra que los culés no pueden afrontar y que hace su fichaje casi imposible.

Aunque Di María estaría encantado de jugar junto a Leo Messi, y ha cambiado de representante, la operación está casi descartada. La caja del Barcelona no está en su mejor momento y más si tenemos en cuenta que la renovación de Leo Messi va a ser una de las más grandes de la historia. Lo van a cubrir de oro.