Tras arrasar a los Celtics en los dos primeros duelos en Massachusetts, los Cavaliers regresaron a Ohio con una sonrisa de oreja a oreja. Más aún cuando se anunció que Isaiah Thomas, base estrella de Boston, se perdería el resto de final de Conferencia Este. Pero se toparon de frente con el orgullo verde, aquel mítico sentimiento que renació cuando más lo necesitaban para acabar reventando las apuestas e imponerse en 'The Q' en el tercer encuentro. Sin embargo, volvió Cleveland por sus fueros en el cuarto partido, eso sí, tras remontar 16 puntos tras un inicio espectacular de Brad Stevens y sus pupilos.
El desempate de LeBron James
Todo esto lleva al 3-1 actual, que pone a Boston al borde del precipicio, al que se podría precipitar si repite los mismos errores que en el inicio de la serie. La ventaja de campo ha resultado innecesaria, y es que el juego de los Cavs no cambia de una cancha a otra, este equipo, y en especial Lebron James, no está hecho para especular. Los playoffs son el territorio preferido del 'Rey', un depredador sin escrúpulos que hace aspirante al anillo a cualquiera con su presencia.
El MVP de las últimas Finales muestra a sus 32 años un estado físico envidiable y su nivel no ha hecho sino aumentar a medida que su leyenda se hace más grande. De ganar, estaríamos ante las séptimas finales de la NBA consecutivas para él, una marca increíble desempataría el actual 3-3 de esa racha tras ganar las de 2012 y 2013 con Miami y de 2016 tras su vuelta a Cleveland.
Perdió las de 2011 ante Dallas Mavericks, 2014 ante Spurs y 2015 ante Golden State Warriors.
Mientras tanto, Boston Celtics se lo jugará todo ante su público y será vital mejorar tanto sus porcentajes como su intensidad. El TD Garden vestirá sus mejores galas y apoyará a los suyos en la búsqueda de una remontada utópica, una gesta que se complica aún más cuando tu mejor jugador está fuera.
Pero los de Brad Stevens deben centrarse en sus dos últimas actuaciones, donde pusieron contra las cuerdas a los Cavs y el 2-2 llegó a sobrevolar Cleveland. Boston debe mejorar sus estadísticas, y es que es octavo en puntos en playoffs (105.4), sextos en porcentaje de acierto (45.8), segundos en asistencias (27.4) y quintos en eficiencia (109.0).
Esta madrugada (02:30h), Game 5 y posibilidad para la alargar la fe Celtic u obtener la gloria de unos Cavs que escribirían un nuevo capítulo en la historia de la NBA junto a Golden State Warriors. Juntos están a un paso de protagonizar sus terceras finales seguidas. Es hora de apreciar un hito semejante.