En un encuentro entre los dos rivales clásicos del fútbol de la ciudad de Córdoba, Argentina, el Club Atlético Belgrano y el Club Atlético Talleres, el día sábado 15 de abril pasado, durante el entretiempo, se produjo un altercado entre dos seguidores del equipo local, por causas que se están investigando. Como resultado de la discusión y en una muestra de salvajismo increíble, la multitud golpeó, tal como se puede apreciar en las imágenes y en vídeos publicados en medios televisivos y en las redes, hasta llegar al punto de arrojar al joven Emanuel Balbo desde la altura de una tribuna y que le produjeron graves lesiones que poco después resultarían en su muerte...

La violencia en los espectáculos deportivos no es una novedad en Argentina ni en muchos otros países. Son incontables las víctimas que se produjeron en el país durante muchos años, casi siempre involucrando a los que allá se conocen como "Barras Bravas" de distintos equipos deportivos.

Una especie de violento grupo de choque y, lo que es un secreto a voces, muchas veces responden a diversos sectores políticos, policiales y de poder dentro de las entidades involucradas. Dicen las "malas lenguas" que son utilizados en negocios no muy transparentes, que van desde amedrentar y desprestigiar a opositores políticos, hasta el tráfico de estupefacientes, pasando por la venta ilegal de entradas. Algo de eso habrá, ya que se puede observar como estos personajes, mayormente marginales y que de ninguna forma podrían justificar su alto nivel de vida, asisten a distintos eventos en remotas zonas del país en donde compiten sus respectivos clubes y también en el exterior, siguiendo a la selección nacional en sus compromisos alrededor del mundo.

En su aparente intención de solucionar los temas relacionados con esta problemática, los dirigentes vinculados al área, recurrieron a consultar al especialista inglés Chris Walley, director de Seguridad de Estadios de la Asociación de Fútbol de ese país, quien afirmó que el lema es "prevención antes que intervención". Menciona su experiencia con los mencionó a los famosos "Hoolingans" británicos, cuyo accionar delictivo fue erradicado a través de un fuerte trabajo conjunto de la totalidad de los actores involucrados, esto es el Estado, los organizadores y la opinión pública en general.

Si bien se trata de buenas intenciones, el mundo está lleno de ellas...Y no parecería ser una prioridad para los gobernantes de turno -ni de los anteriores- terminar con un flagelo que, a su vez, les resultaría perjudicial para sus intereses políticos. Así, sólo se tomaron medidas con un estilo más de maquillaje que de soluciones de fondo.

Veremos cómo sigue esta historia...