"La Alemania nazi despierta una merecida repulsa por los aborrecibles crímenes que se cometieron bajo aquel régimen abyecto, pero no es menos cierto que el Tercer Reich (...) provoca que todo lo que le rodea atraiga un vívido e inextinguible interés". Con estas palabras, el periodista e historiador Jesús Hernández hace una declaración de intenciones sobre lo que se puede encontrar en su obra "Eso no estaba en mi libro del Tercer Reich", editado por Almuzara. En dicho libro se da a conocer un lado desconocido del Tercer Reich, que va como expediciones por lugares exóticos, pero su segunda parte se centra en los horrores más execrables que se han cometido en la Humanidad. En ella nos centraremos. A continuación, algunas de esos crímenes cometidos por el Tercer Reich:
La masacre de Lídice
Lídice fue una localidad de la actual República Checa. Fue arrasada y sus habitantes asesinados o mandados a los campos de concentración tras el asesinato del jerarca nazi Heydrich en Praga.
La noche más sangrienta de Rechnitz
El castillo austríaco de Rechnitz fue escenario de uno de los episodios más horrendos que tuvieron lugar en el Tercer Reich. En él, Margit von Thyssen y su marido invitaron a cenar a varios jefes locales nazis. Al acabar la cena, borrachos, comenzaron a disparar a casi 200 judíos desnudos que habían encerrado en el establo.
Persecución a astrólogos y videntes
Es bien sabido que la Alemania nazi persiguió de forma indiscriminada a judíos y minorías étnicas. Sin embargo, menos conocido es que también lo hicieron con astrólogos y videntes bajo la operación "Aktion Hess". Uno de los perseguidos fue el astrólogo suizo Karl Ernst Krafft, que falleció en el campo de concentración de Buchenwald.
El trío diabólico
Jesús Hernández denomina a Göth, Sommer y Dirlewanger como el "trío diabólico". Estos personajes fueron responsable del asesinato selectivo de judíos, de la tortura a prisioneros y de una masacre en Varsovia respectivamente.
El sótano de los horrores
Así describe el autor al Bullenhuser Damm. Lo que fue un centro educativo en Hamburgo se convirtió en escenario de experimentos médicos en prisioneros y niños judíos liderados por Josef Mengele.