Junto con la situación atípica generado por brote de coronavirus, nuestros hábitos han cambiado a la par que desandamos la cuarentena obligatoria. Obligados a estar en casa, y muchos con teletrabajo, tal vez al principio no se tome noción, pero es un excelente momento para tomarle el pulso al hogar y bajar las boletas de los servicios.
Estos simples consejos ayudarán a bajar las cuentas y contribuirán a la economía familiar. También es ideal para comprometer a los pequeños de la familia e iniciarlos en estos usos y costumbres saludables para el hogar.
Programar las comidas
Al encender el horno para hacer un pollo, hay que utilizar todo el espacio disponible programando dos o tres platillos para guardar. Abrirlo lo menos posible, cada apertura de su puerta hace perder al menos 20 grados. Apagar los fogones a gas o vitrocerámicos antes de terminar la cocción para aprovechar el calor residual. Preferir en lo posible el microondas al horno tradicional, que gasta entre el 60 y el 70% menos.
No viajar a la heladera
Mantenerlo en 5 grados para enfriamiento y -18 el freezer. Programar las recetas que se cocinarán y sacar todo junto. Evitar todo lo posible los viajes a la heladera a “mirar qué puedo comer”. Cuanto más cerrada y en régimen esté, menos consumo tendrá.
Lavado de ropa
Usar programas cortos a carga completa, pero sin forzar la máquina. Si bien para ahorrar se recomienda el uso de programas fríos o templados, en el caso del coronavirus hay que pasar a programa de 60 grados. Un buen recurso es conectar al lavarropas directamente al agua caliente y usarlo con programa frío, así no activará la resistencia, con una importate baja del consumo eléctrico.
Lavavajillas todas las veces que puedas
Lavar lo menos posible a mano, donde el consumo de agua potable y detergentes aumenta en un 40%. Usar el lavavajillas también con carga completa.
Optimizar la calefacción
No se necesita estar en camiseta en casa. La temperatura ideal para mantener es de 20 grados durante el día y 15 grados durante la noche. No hay que apagarla, porque luego será mucho más costoso calefaccionar a la temperatura ideal. Revisar las fugas y filtraciones en puertas y ventanas: una casa bien aislada consume hasta un 30% menos. Ventilar diariamente por no más de 10 minutos.
Recarga de celulares y aparatos eléctricos
Mantener los cargadores desenchufados, ya que aunque no estén conectados al celular, igual disipan energía. Los celulares se pueden cargar con cable USB directo al ordenador o la TV mientras los usamos y en “modo avión”, lo cual reduce mucho el tiempo de carga. Desenchufar TVs y equipos de audio cuando no se los usa y no dejarlos en modo stand by.
Electricidad e iluminación
Hay que aprovechar al máximo la luz del sol, que da buen ánimo y mejora el clima de todo hogar abriendo persianas y cortinas. Revisar todas las bombillas de la casa y cambiarlas a LED, que gastan un 50% menos que una bajo consumo y 85% menos que una antigua incandescente. Limpiar de polvo las pantallas y las bombillas optimiza la capacidad de iluminación.
Uso racional del agua
Instalar reductores de flujo y aireadores en las canillas bajará el consumo de agua potable y caliente.
Y por supuesto
Aplicar “las tres R”: reducir, reciclar, recircular. Hacer un buen separado de residuos en casa ayudará a un posterior reciclado. Utilizar menos plásticos. Pedirle al delivery que no traiga cubiertos y platos descartables ya que podemos usar los de casa.