La persona que tiene un perro sabe que su amor no tiene medidas y que sin duda alguna es la mejor compañía con la que se puede contar, ya que es leal a toda prueba y te va a dar todo el amor del mundo sin pedir nada a cambio. Pero no necesariamente se celebra con una pareja, también se puede celebrar con quien demuestra una lealtad a prueba de obstáculos y le hace sentir a su dueño que es el centro de su universo: un perro, que no espera grandes regalos, pero que siempre está ahí para consolar, alegrar y demostrar que el amor puede venir en cuatro patas.

La fidelidad de un perro tiene explicación

Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre, y es algo que es muy difícil de refutar, ya que entre la persona y la mascota se crea un lazo de dependencia que es complicado de entender en ocasiones.La ciencia ha tratado de explicar este nexo, dando algunas teorías del porque los perros demuestran tanta lealtad hacia los seres humanos. Una de las teorías que se maneja es su pasado evolutivo, ya que los perros se alejaron de los lobos cuando comenzaron a convivir con los humanos, teniendo una historia en común de por los menos 10.000 años.

Otra de las teorías afirma que los perros son animales de manadas, siendo para ellos vital pertenecer a un grupo, no importa si es de la misma especie o no.

Por eso se cree que es leal por su comportamiento social y de manada. También se afirma que los perros al haber evolucionado en conjunto con los humanos, les ha permitido desarrollar empatía hacia sus dueños, pudiendo ambos reconocer los estados de ánimo uno del otro, en una muestra perfecta de amor y confianza.

Los perros, lealtad a toda prueba

Todo el que ha tenido un perro sabe que para él su dueño lo es todo, existiendo historias que demuestran que el cariño y el amor que sienten lo es todo. Un perro puede brindar no solo compañía, sino llenar los días de amor, lealtad y ternura.

Existen historias como la de Hachiko, un perro que acompañó a su dueño por dos años, todos los días, a la estación del tren, donde lo veía partir y luego esperaba su regreso.

Un día, su dueño murió y no regresó, pero Hachiko lo siguió esperando por 9 años en la estación, hasta el día de su muerte. Ha inspirado películas e incluso tiene una estatua en su honor en Japón, convirtiéndose así en un símbolo de lo leal que puede ser un perro.

Otro caso famoso es el de Capitán, un perro que veló en la tumba de su dueño por 11 años. Capitán desapareció el día de la muerte de su dueño, y lo encontraron en el cementerio, velando la tumba, lugar donde pasó el resto de su vida, siempre leal a él. No solo los perros son leales a sus dueños, también los dueños son capaces de hacer lo imposible por consentir y atender a sus amigos peludos.