La Navidad para muchos es motivo de tristeza. Cuando llega la época de las fiestas y comienza el barullo que trae consigo estas fechas, no son todos los que celebran el mes más colorido del año. Por el contrario, muchas personas reciben este momento con recelo. Con cierto desasosiego que se va despertando a medida que se acercan las fechas y en ocasiones, a medida que se acerca el mes de diciembre, sin que puedan o sepan qué hacer para evitarlo.
¿Qué razón hay para que la Navidad sea para muchos motivo de tristeza?
En primer lugar, hay coincidencia en que la soledad es la principal razón.
Y pueden haber muchas más razones. Siendo el mes más alegre del año, nochebuena, nochevieja y reyes es sinónimo de fiesta, de reunión, de unión familiar y de recuentro con los más queridos y es justo esto lo que produce también esa desazón.
La emociones están siempre tan enlazadas con los recuerdos que son estos los que hacen aflorar en nosotros diversas sensaciones. Por ello, si en la época decembrina se ha producido algún evento fatal, muerte, separación, pérdida de trabajo, de pareja, de amigos, partida de los hijos, lo natural es que la cercanía de la fecha y sobre todo en los propios días en que todos celebran, en que la ciudad está engalanada y se oigan villancicos, la tristeza sea el protagonista.
La Navidad y la tristeza ¿siempre juntas?
No necesariamente debe ser así. Hay método sencillos que permiten modificar esa sensación de tristeza o añoranza con la que a veces va acompañada la Navidad. En efecto, romper con determinadas costumbres, el cambio de pensamiento, la distracción y poner en práctica algunas técnicas son las mejores medidas para suavizar sino eliminar estas emociones.
Solo se requiere voluntad, disciplina para practicarlo con la frecuencia debida y un poco de imaginación.
¿Qué hacer para sentirnos mejor antes y durante las fiestas decembrinas?
La tristeza y falta general de ánimo en la Navidad, la añoranza y a veces el enfado, son las emociones negativas más comunes en no pocas personas. Esas emociones no van a desaparecer como por arte de magia, no obstante si se puede modificar y distraer esa sensación con unas sencillas técnicas: Detención del pensamiento.
Una técnica natural, espontánea y que ayuda mucho es parar esos pensamientos entristecedores que nos asaltan de vez en cuando y que se multiplican en estas fechas.
Distraernos con nuevas actividades Buscar actividades placenteras que cambien nuestra atención y que nos permita ser creativos: la pintura, la jardinería, puzzles Y el ejercicio físico. A pesar de la época, siempre hay momentos para visitar el gimnasio o caminar por algún parque, por la playa.