Calígula (12-41 d.C) es un emperador romano que vivió poco al igual que su corto reinado. Para empezar por el principio hay que decir que se llamaba Cayo César Augusto Germánico, el hijo de Germánico siendo este general, cónsul y gobernador del Imperio romano.
Un emperador que viene de una familia ya de por sí controvertida
Este emperador es de la familia de los Julio-Claudia, la primera familia de emperadores en Roma y cuando Calígula era un adolescente el que estaba en el trono era su tío abuelo, Tiberio.
Tiberio es otro emperador romano, el cual es también muy controvertido debido a las acciones que realizaba en la isla de Capri.
Cuando este murió, le sucedió su sobrino, Calígula. Pero no iba a ser su primera opción, sino que iba a ser su nieto, Gemelo. Este acabó siendo asesinado, las malas lenguas dicen que Calígula mató tanto a Gemelo y Tiberio.
Pero el gobierno de este hombre es muy polémico porque el principio fue bueno, también debido a ser hijo de quien era y Germánico era una persona muy querida por el pueblo.
Las locuras del emperador
El pueblo pensaba que iba a ser totalmente diferente al anterior emperador y durante seis meses así fue. Pero Calígula cambió y empezó a hacer cosas que no eran propias de un emperador cuerdo como, por ejemplo, declarar la guerra al Dios del mar o nombrar a su caballo senador de Roma.
Muchos historiadores romanos como Suetonio le catalogan como "el emperador loco", pero historiadores actuales que le han estudiado hablan de que sí, que estaba cuerdo y simplemente se burlaba o mofaba de algunas instituciones romanas como el senado; al nombrar senador a su caballo podría dar la idea de que el trabajo que estos hacían lo podría hacer también un caballo.
Sin embargo, se hablaba de que en realidad lo que le pasaba era de que tenía intoxicación crónica por plomo debido a la cantidad de vino que bebía, porque en esa época el vino se mezclaba con “Nefrutum” que era una sustancia la cual hacía este brebaje más dulce y gustoso, pero este líquido se mezclaba con el vino en cántaros de plomo.
El fin de un emperador
Todo esto, además de las enfermedades mentales que había en la familia provocó que este emperador se proclamase como Dios.
Pero este Dios no fue muy querido por el pueblo debido a que no le parecían muy normales las cosas que este hacía. Por ello decidieron tomarse la justicia por su mano y el 25 de enero del 41 parte de la guardia pretoriana junto con algunos senadores le dieron fin a su gobierno, al igual que a su vida. Pero el recuerdo de Calígula al igual que sus locuras como emperador estarán siempre vivas.