El amor de Cleopatra VII de Egipto y Marco Antonio siempre ha sido uno de los mayores referentes del amor en la historia. Pero ¿es cierta su historia de amor? ¿O no es más que una alianza política?

Una unión mucho más que territorial

En ese entonces Roma era el dueño y señor de todo el Mediterráneo y después de la trágica muerte de Julio César en el Senado, probaron otra vez con la idea de organizar otro triunvirato para gobernar la gran Roma. Los ganadores fueron: Octavio, Marco Antonio y Lépido. Se repartieron las zonas de gobierno. A Octavio le tocó la zona occidental, a Lépido la zona africana y, por último, a Marco Antonio la zona oriental.

Allí conoció a la reina de Egipto, la gran Cleopatra, aunque sabía de las habladurías que había en Roma sobre ella. Sus idas y venidas con Julio César al igual que la existencia del hijo bastardo de Julio César: Cesarión.

Pero entre ambos surgió la chispa de amor y se convirtieron en amantes, aunque Marco Antonio tuviese esposa e hijos, pero eso no importaba mucho en la Antigüedad. Muchos autores romanos categorizan a Cleopatra como una mala mujer, una mujer que haría lo que fuese para estar en el poder. Y quizá como la jugada le salió mal con Julio César y estar con el hombre más poderoso, probaría con el siguiente al mando. Le sedujo y le enamoró.

¿Ella estaba enamorada? Esta cuestión se la preguntan muchos historiadores, debido a que se puede decir: “Bueno, cuando se disputaron en batalla Octavio y Marco Antonio, al pensar ella que su esposo había muerto en batalla, se suicidó”.

No es mal argumento, pero, el plan de Octavio era pasearla por las calles de Roma como una esclava.

El exitoso Marco Antonio en Egipto

Pero, por otra parte, Marco Antonio, en Alejandría se olvidó un poco de sus raíces romanas y su lugar allí. Solo podía pensar en su amada reina. Olvidó a sus hijos, a su esposa y hasta quizá la verdadera razón por la que estaba allí.

A Roma no le gustaba que uno de sus gobernadores se la pasase de alcoba en alcoba con Cleopatra sin atender a la soberanía. Con lo cual le consideraron enemigo público.

El germen de la guerra empezaba y era algo que no se podía parar. Los contendientes: Octavio y Agripa contra Marco Antonio y Cleopatra. La batalla de Actium fue la decisiva para el fin de la guerra y de esa guerra solo podía salir uno.

Y todos saben quién fue, el que luego se convertiría en el primer emperador de Roma.

Pero hay cuestiones también que dan la sensación de que mucho amor no le tenía a la reina. Marco Antonio se acabó suicidando porque la batalla estaba ya perdida y oyó que habían matado a su amada. Un hombre de ese calibre, que el honor lo tiene como la vida y llegar a Roma como enemigo público era algo que no podía permitir. Con lo cual la cuestión que le ronda la cabeza a muchos historiadores del mundo antiguo es: ¿se suicidó porque habían matado a su amada o para no llegar a Roma como enemigo del Senado y no perder su honor?

Es difícil responder estas preguntas debido a que las fuentes de la época tampoco dan una visión totalmente clara y objetiva de los acontecimientos.

Sin mas allá, el historiador Suetonio, habla de Cleopatra como una "enemiga de Roma". Una enemiga del orden establecido y por culpa de esta mujer, en el centro del mundo de la época se disputó en otra guerra civil.

Además hay documentos que acreditan los hijos de la pareja por antonomasia del mundo antiguo y esos son Alejandro Helios y Cleopatra Selene. Estos no se quitaron la vida como sus padres, pero Octavio tuvo la oportunidad de llevarlos encadenados por las calles de Roma. Unos niños que no tenían culpa de las decisiones de sus padres y mucho menos de su política.