Conocer toda la Patagonia argentina es una idea que no puede escaparse a ningún viajero/a. Presenta paisajes alucinantes, una convivencia armoniosa entre diferentes culturas y, como si esto fuera poco, distintos modos de viajar por ella, pudiendo hacerse con y sin mucho dinero. Es por eso que en los siguientes posts voy a describir, a mi criterio, los mejores lugares y actividades para recorrer la Patagonia de sur a norte. En esta primer entrega:
Ushuaia, el fin del mundo
Es conocido el dicho popular de que la Patagonia -y sobre todo Ushuaia- es un destino de muy difícil acceso económico.
No hay nada más alejado de la realidad, ya que la ciudad cuenta con la posibilidad de acampar de modo gratuito en el Parque nacional Tierra del Fuego, uno de los destinos más interesantes para visitar. Desde luego las posibilidades van in crescendo a medida que uno busca mayores comodidades, partiendo de hostales (cuyo precio ronda los $400 por noche) hasta hoteles de primer nivel con tarifas muy superiores. Pero si lo que desean es disfrutar al máximo la naturaleza austral, mi consejo es acampar, por supuesto, llevando un buen equipo.
Épocas para viajar
De más está decir que esto es relativo al viaje que uno desea, ya que si el objetivo es esquiar y disfrutar de las nevadas, la mejor opción es ir durante el invierno (junio-agosto), aunque claro, en esta época es casi imposible acampar.
Si el deseo es poder disfrutar los bellos paisajes de Ushuaia y no pasar tanto frío, desde luego lo más aconsejable es ir en verano, aunque tratando de evitar la primera quincena de enero, ya que se caracteriza por ser muy lluviosa. En ese sentido, febrero termina siendo la mejor opción, ya que mantiene un clima más estable.
Qué visitar en Ushuaia
La primer parada obligatoria es, indiscutiblemente, el ya mencionado Parque Nacional Tierra del Fuego, ya que en él podemos advertir toda la flora y fauna propias de la ciudad y no solo eso, sino que podremos disfrutar de distintos senderos que atraviesan dichos paisajes. Si deseamos, también podemos tomar un café o comer algo tradicional en el Restaurante Alakush, ubicado dentro del mismo parque.
Si lo desean, también hay distintos tours privados con los cuales se pueden recorrer estos terrenos.
Otra atracción interesante -aunque también costosa- es asistir al avistamiento de pingüinos desde el catamarán que sale desde el puerto de la ciudad, una experiencia única para aquellos amantes de la fauna patagónica.
De más está decir que si son amantes de la literatura no pueden irse de la ciudad sin conocer el Faro del fin del mundo, fuente de inspiración para Julio Verne, que escribió una novela inspirada en dicho lugar.
Quedan aún decenas de lugares por recomendar, aunque, para mí, el orden dado es el más recomendable. En el tintero nos quedan atracciones como el Tren del fin del Mundo, la visita al glaciar Martial o a sus interesantes museos, al lago Fagnano -cuya vista se aprecia más desde Tolhuin-, etc.
Pero si son como yo, una vez que vayan a Ushuaia sabrán inmediatamente que tienen que volver y que queden visitas en el tintero es la mejor excusa para hacerlo.
Cómo transportarse en Ushuaia
Esto es un verdadero problema, ya que hay dos líneas de autobuses que solo recorren el perímetro de la ciudad, por lo que las opciones más rentables terminan siendo:
- Alquilar un auto: Esta es una buena opción sobre todo si se planifica un viaje largo, ya que hay distintas sucursales de las agencias a lo largo de la Patagonia y es posible retirar el auto en un punto y devolverlo en otro.
- Transporte privado: En Ushuaia hay una gran cantidad de taxis y, aunque no es una opción económica, termina siendo muy práctica.
- Hacer dedo o autostop: Mi opción predilecta. Por lo general los habitantes de Ushuaia conocen lo dicho anteriormente y suelen ser muy generosos a la hora de llevar gente consigo. Consejo: siempre tener un mate para compartir con el o la conductora.
Estos creo, son los puntos más importantes a saber para visitar el Fin del Mundo. En las próximas semanas subiré más consejos para seguir recorriendo juntos la Patagonia.