Vikings, que prepara su temporada final, es mucho más que una serie de luchas de poder, guerra e intrigas, ya que, las remotas y frías tierras del norte de Europa, conocidas como Escandinavia por los romanos, vieron nacer a uno de los pueblos que más revuelo causó por todo el continente durante los inicios de la Edad Media, unos tipos rubios, altos, robustos y habituados al frío.

La serie representa de manera fiel su estilo de vida, cultura, mitología y su estilo de combate. Sin embargo, si por algo son recordados es por atacar las costas y remontar los cauces de los ríos con su característica embarcación los drakkars o "barcos dragón", destacados por su ligereza y velocidad.

El aspecto amenazante de los nórdicos y las Historias que se difundían sobre la ferocidad de sus ataques sembraron el terror entre la población europea de la época. Aunque el folklore agrandara su leyenda en gran medida sobre todo su aspecto, de hecho ni siquiera llevaban los clásicos cascos con cuernos con los que se les suele representar.

¿Historia o ficción?

La ficción de éxito internacional logra combinar hechos y personajes reales con la trama, pero la realidad es que nuestro protagonista Ragnar Lothbrok, difiere mucho del real, cuyo apellido es Lodbrok y no se sabe con exactitud las fechas de su reinado dudando incluso de si éste llegó a ostentar el trono vikingo en algún momento de la historia.

La serie relata el inicio de la era vikinga, que se produjo en el 793 D.C. cuando los nórdicos asaltan por sorpresa el monasterio de Lindisfarne, situado en el norte de Gran Bretaña, matando o esclavizando a los monjes y saqueando todas sus riquezas. Sin embargo, la serie juega mucho con las fechas y no sigue la cronología histórica real.

Su estrategia en guerra se basaba en la guerra relámpago, consistía en enviar una primera incursión de espionaje para localizar el botín más jugoso, seguido por un ataque rápido cuando el resto de su ejército desembarcaba. Tras centrar sus primeras oleadas en Inglaterra, viajaron mucho más al sur, llegando a atacar Sevilla y Algeciras, al año siguiente el legendario Ragnar Lodbrok sitió y arrasó París.

En los años posteriores, se dedicaron a remontar los ríos de la península Ibérica y Francia, desbalijando gran cantidad de ciudades propagando el caos, incluso remontaron el Ebro y sus afluentes para secuestrar al rey García Íñiguez de Pamplona.

Lo mejor estaba por llegar, ya que su camino de destrucción proseguía, un famoso vikingo llamado Rollón del que se decía que era un auténtico gigante y representado por la figura de Rollo en Vikings, obtuvo territorios en Francia fundando el Ducado de Normandía, el cual conquistó posteriormente el sur de Italia, creando el Reino de Sicilia, e Inglaterra. Por otra parte, un grupo de vikingos se dirigió hacia el este y sentó las bases de lo que más tarde se convertiría en Rusia al fundamentar la Rus de Kiev, pero su espíritu combativo y sus ansias de gloria les llevaron hasta la mismísima Constantinopla, capital del imperio imperante de la época: el Imperio Bizantino.

Tras un fallido tentativo de conquistarla se dedicaron al comercio de esclavos, no obstante, impresionado por su feracidad el emperador Basilio II contrató a algunos de ellos para su guardia personal. Su lista de conquistas no acaba aquí, porque su espíritu aventurero los llevó hacia el oeste, a colonizar Islandia y Groenlandia e incluso hasta las costas norteamericanas 500 años antes de la llegada de Colón, donde fundaron una colonia en la isla de Terranova, la cual no logró prosperar y mantenerse.

Mitología y disolución de la era vikinga

Otra de las facetas, representada fielmente en la serie y que ha logrado generar una fascinación y trascendencia que perdura con el paso del tiempo es su mitología.

En la ficción aparecen temas como el paraíso eterno vikingo, el Valhalla, un salón situado en Asgard, reino en el que residen los dioses, donde las valquirias transportaban a los guerreros abatidos en combate para poder prepararse para el Ragnarok, la gran batalla del fin del mundo. Además, su gran dios Odín o su hijo Thor, el dios del trueno, han trascendido hasta la actualidad gracias a la serie de películas de Marvel. Sin embargo, con el paso de los siglos muchos acabaron por convertirse al cristianismo, erigiendo iglesias de madera que aún pueden visitarse en Noruega.

Como dice el refrán, todo lo que sube baja y la era vikinga no fue una excepción y vio su final en el 1066 cuando tuvo lugar la derrota del rey Harald III, conocido como el despiadado, en la batalla de Stamford Bridge.

A pesar de ello, los vikingos no desaparecieron totalmente, simplemente se fundieron con otras culturas. Este es el trasfondo y los hitos históricos que han sentado las bases de la serie Vikings y que le han permitido a alzarse con el reconocimiento de un público que pronto verá cómo ponen el broche final.