Joan Fontcuberta nació en Barcelona en el año 1955. Es un fotógrafo influenciado por su padre y por un profesor aficionado a la fotografía. Tuvo su primer contacto con la fotografía la primera vez que visitó un laboratorio fotográfico, cuando tan solo tenía 14 años. Esto hizo que aumentara su curiosidad, que define su afición, pensando si sería definitivamente una vocación profesional que podría acabar siendo una filosofía de vida para él. Y así fue.
Fontcuberta se inició como fotógrafo profesional a principios de los años 70. En aquel tiempo fue considerado uno de los mejores artistas españoles con mayor reconocimiento internacional por sus reportajes fotográficos.
Tiene varios premios, como el Premio David Octavious Hill, concedido por la Academia de Fotografía Alemania, el Premio Nacional de Fotografía, otorgado por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España en 1998 y el premio más prestigioso de la fotografía: el premio Internacional de Fotografía Hasselblad (2003).
Entrevista:
Pregunta: El selfie ¿es la metáfora perfecta de esta era postfotográfica?
Respuesta: Efectivamente, el selfie es uno de los elementos típicos de la postfotografía porque implica todo un cambio en los valores puros de la fotografía. Lo que ha sido hasta ahora un documento, cede el protagonismo a una autorrepresentación, con lo cual hay una inversión en la que la cámara ya no lo enfocamos hacia la realidad sino que lo enfocamos hacia nosotros.
P: ¿Cree que el selfie representa una nueva era fotográfica?
R: El selfie es un signo de esta nueva cultura postfotográfica. El selfie y los memes son característicos de la postfotografía, que no existían antes.
P: ¿Por qué cree que está tan de moda hacerse selfies?
R: Hay gente que dice que es el resultado de una sociedad vanidosa que por fin tiene las herramientas necesarias para dar salida a este impulso narcisista.
P: ¿Cuál fue su primera cámara?
R: La primera fotografía que hice fue con la cámara Canon Dial. La primera que tuve fue una Instamatic. Ambas todavía las conservo.
P: ¿Tiene algún referente a la hora de hacer fotografías?
R: A la hora de fotografiar todo me inspira, soy una persona muy esponja. Pero sobre todo me inspiro y me interesa mucho lo que hacen mis compañeros.
Mis fotografías son una "paella" de influencias.
P: ¿Cree que hay malos fotógrafos?
R: Yo no creo que haya buenos o malos fotógrafos, sino fotógrafos que son capaces de utilizar adecuadamente las imágenes, o fotógrafos que no son capaces de utilizar adecuadamente las imágenes. Para mí la calidad no está ni en la fotografía ni en el fotógrafo, sino en la acción de situar una imagen dentro de un determinado discurso comunicativo. Es decir, fotografías que en un contexto no son válidas, no son buenas.
P:¿En qué momento de su trayectoria da cuenta de que usted es un artista?
R: No me considero un artista. El problema es cómo definimos la artisticidad. Yo veo que se ha hecho de la diferencia entre la fotografía y el Arte un debate estéril, en el fondo, que no tiene razón de ser.
Para mí la fotografía y el arte funcionan a niveles diferentes. La fotografía es como un dispositivo, una disciplina, una herramienta. El arte es una actividad humana que tiene unos objetivos de investigación y experimentación. Puedes ser un fotógrafo y al mismo tiempo un artista en la medida en que hay una intersección entre el uso de estos procedimientos y el hecho de guiarlos hacia otros tipos de horizontes artísticos. Son dos ámbitos diferentes.
P: ¿Recuerda la primera vez que triunfó en el mundo de la fotografía?
R: Cuando empecé en el mundo de la fotografía participé en exposiciones y concursos, y gané algún premio, aunque no me acuerdo, de cuál fue el primero.
P: ¿Qué fotografía piensa que le queda por hacer?
R: Muchas. Lo que pasa que las voy descubriendo. Por ejemplo, yo tengo un cajón lleno de ideas acumuladas, que me gustaría tener varias vidas para poder hacer, si no todas, una buena parte. Lo que pasa es que yo eligiendo los proyectos de este cajón en función de las oportunidades. Hace poco que me pasó, la próxima semana presento un libro en Madrid de materiales nuevos que he hecho.Hay otros proyectos que van quedando arrinconados sin que haya la oportunidad de darles salida. Que no salgan ahora no quiere decir que no lo hagan nunca.