En el mundo habitan unos 7.450 millones de personas aproximadamente y más o menos existe una cifra similar a casi 245 millones de culturas distintas en el mundo, con diferentes formas de pensar y de estilos de vida.

Se trata de una diversidad cultural muy extensa, original y plural. De hecho, hay un número incontable de modas inusuales y curiosas, ya sea porque proceden de culturas un tanto insólitas o simplemente por la necesidad que tiene la sociedad de identificar su personalidad con creencias y formas de vestir.

Sin embargo, dentro de todas las tendencias existentes, abundan muchas series de modas con un nivel de popularidad tan alto que llegan a ser seguidas por miles y miles de personas alrededor de todo el mundo, originando iconos de Belleza a veces estrafalarios.

Algunas de estas modas llaman la atención por su extrañeza, pero otras pueden ser severamente dañinas para la salud. Los especialistas no dejan de advertir que son un peligro grave, no obstante, mucha de la población no es consciente y siguen teniendo seguidores. De entre las modas estéticas más raras destacan 5 tendencias extremadamente curiosas:

  • Los Facekinis. Este artículo de baño unisex con aspecto de pasamontañas, en realidad sirve para proteger la piel del rostro y de la cabeza de los rayos del sol en verano. También se utiliza para prevenir picaduras de medusas en la playa. Normalmente está hecho con el mismo material que los bañadores. Esta tendencia tan particular nació en China, siendo todo un éxito entre los veraneantes de la costa oriental, debido al miedo a ponerse morenos, ya que para ellos la palidez es símbolo de elegancia.
  • El Penekini. La moda masculina tampoco se ha quedado atrás, innovando nuevas prendas para los hombres más atrevidos. Este bañador masculino cubre solamente las zonas íntimas del hombre, dejando los glúteos al descubierto. Se utiliza para conseguir un bronceado sin marcas, dando la posibilidad a los nadadores más osados de quitárselo dentro del agua y ponérselo en la muñeca a modo de pulsera. Esta prenda tan revolucionaria, empezó a hacer furor en las playas latinoamericanas, en especial en las costas brasileñas y su popularidad también ha llegado hasta España.
  • El bagelheads. Las modificaciones corporales han seguido creciendo y saliendo a la luz nuevas modas que para muchos pueden llegar a parecer excesivas, aunque para otros se pueden convertir incluso en adicción. Esta tendencia principalmente popular entre las mujeres japonesas consiste en inyectarse una solución líquida de sal en la frente, inflamando de esta manera la zona para que parezca una rosquilla. Esta deformación no es permanente, el resultado solo dura unas 24 horas porque el organismo absorbe la substancia salina y la frente vuelve a la normalidad. Esta práctica estética fue creada en Japón y es famosa entre los adolescentes.
  • Joyería y tatuajes en los ojos. La belleza facial ha evolucionado muy rápido entre los amantes del arte corporal, llegando incluso a aparecer praxis para los ojos. La primera de ellas surgió en Estados Unidos, consiste en implantarse incrustaciones de joyas en el globo ocular y es necesaria una intervención quirúrgica de unos 15 minutos aproximadamente para colocar en los ojos estos diminutos brillantes oculares. El precio de esta pequeña operación oscila alrededor de los 3000$ y se ha vuelto muy conocida entre los jóvenes. La segunda de ellas se originó en Canadá y se trata de tatuarse las córneas de los ojos del color deseado, cubriendo completamente la zona blanca del ojo. Este procedimiento se realiza en salones de tatuajes y consiste en inyectar la tinta permanente con una jeringuilla, bajo la capa superior del ojo, a base de pinchazos. Esta última práctica es bastante dolorosa y se está estudiando prohibirse en algunos estados, por el riesgo elevado de perder la visión.
  • Piercings en la espalda. Lejos de los piercings comunes, encontramos este otro tipo de modificaciones corporales que se asocia a menudo con la estética erótica fetichista. Estas perforaciones en la piel de la espalda simulan la apariencia de un corsé en el propio cuerpo y se consigue insertando dos filas de argollas paralelas en la piel, pasando por ellas unos listones cruzados, uniéndolos entre sí. Generalmente se recomienda que su uso sea temporal y no exceder a una semana, porque si no se cura con minuciosidad se pueden infectar las heridas y dar lugar a complicaciones muy serias. Este tipo de fetiche también se denomina piercing de escalera y sus orígenes no son muy claros, pero se cree que empezó como una tendencia sadomasoquista para terminar convirtiéndose en popular para el resto de la sociedad.

No se ha podido demostrar con certeza los efectos y riesgos de estas tendencias, pero muchos profesionales alertan sobre su peligrosidad.

¿Serías capaz de probar alguna de estas Curiosidades?