En los albores de la historia y como si de una novela se tratara, nos viene a la memoria que un grupo de personas, 45.000 para ser exactos y casi todos voluntarios, un día y con afán de combatir al comunismo se montaron en un tren con rumbo a las estepas rusas. Equipados con armamento ligero y camisa azul, en el corazón su España y en la cabeza su Falange. De espíritu combatiente y poco acostumbrados a los avances armamentísticos de sus vecinos alemanes, menospreciados por sus homólogos como fuerzas precarias , y enviados a frentes de segundo protagonismo, no tardaron en ganarse el reconocimiento de la División SS Polizei al no dejarse ganar una sola posición por su lucha presentada sin cuartel.
Mirados como gitanos y calificados de indisciplinados daban negativa imagen a las voluntariosas tropas y a sus oficiales, pero fue Hitler el que dijo que “La División Azul es una de mis mejores divisiones”. Tanto fue alabada por Hitler como temida, llegando éste a pensar que si intentaba invadir España se formaría una guerra de guerrillas y por lo tanto un desgaste impresionante para sus tropas, y no iba mal encaminado, sino que se lo pregunten a Napoleón.
Operaciones de Combate
El 7 de diciembre de 1941 Estados Unidos entra en la guerra, pero aún con esto Hitler tenía posibilidades de acabar en empate o con posición favorable respecto a la victoria de la guerra. El 5 de diciembre de 1941 cien divisiones soviéticas se lanzan sobre las tropas alemanas, logrando de esta manera salvar la ciudad de Moscú.
Hitler cambia su estrategia de ofensiva a defensiva, asegurando las orillas del río Voljov con la División Azul. Éstos, ante temperaturas que rondaban los 40 grados bajo cero, tuvieron que replegarse hacia la ciudad de Novgorod, quedando en posiciones intermedias. Entonces el capitán Tomás García Rebull lanzó un contraataque que causó 1080 bajas rusas.
Los divisionarios españoles llevaban 1400 bajas, los alemanes 250000.
El invierno del 1942 fue un invierno duro, otras 75 divisiones soviéticas se lanzaban, nuevamente, sobre las tropas alemanas. Éstos, con inferioridad numérica de uno a tres, aguantaron el choque, mientras la división de esquiadores de División Azul ,en el frente del Volchov, se sacrificaron en un a operación de socorro, el 90% de la división de esquiadores pereció, salvándose 12 de los 228 voluntarios.
El batallón Román del frente Volchov le precedía la fama de eficaces, temidos por los alemanes y también por los soviéticos. Entre las tropas extranjeras corrían los rumores de que en dicho batallón corría el salvajismo ya que no hacían prisioneros. El General Muñoz Grandes les concedió la medalla militar colectiva.
La División Azul asume el protagonismo Alemán
Merma en el ejército Alemán para el 2 de Mayo, las divisiones alemanas pasan a tener seis batallones en vez de nueve, sólo la División Azul mantiene los nueve, pasando a ser la división más grande del ejercito alemán. Llega el primer relevo tras ocho meses desde la llegada de los voluntarios, y como consecuencia se hacen prisioneros a 16.000 soldados soviéticos.
En el mes de agosto de 1942 pasan directamente a asediar Leningrado, repeliendo a la resistencia rusa cuando intentaban romper el asedio. Hitler los vuelve a elogiar, “un gran acierto trasladar al asedio a la Blaue”. Posicionados entre Pushkin y Krasny Bor, y llegando a la paralización del asedio por su fracaso, los divisionarios sufren 257 bajas y 1051 heridos a las ordenes de Muñoz Grandes, este acabara sustituido por Esteban Infantes.
La batalla de Krasny Bor
El 10 de febrero de 1943, los azules sufren en un sólo día 1500 bajas. La lucha va a ser encarnizada, 5900 divisionarios frente a 44000 soviéticos, las fuerzas se sitúan uno a siete, por cada soldado español hay siete soviéticos. Los españoles con tres batallones, cinco piezas de artillería y sin pensárselo dos veces van a plantar cara a 44.000 soldados soviéticos, 80 carros de combate T-34 y KV-1, y 150 piezas de artillería de apoyo.
Los soviéticos lanzan su primer ataque, los españoles doloridos pero no diezmados, se apresuran a montar sus MG34 (ametralladora ligera). Disparos, bombas, gritos, ruidos ensordecedores, se acaba la munición, llega el combate cuerpo a cuerpo combatiendo en todas las posiciones posibles, antes muertos que capitular. El saldo de tan ardua batalla fue 3127 muertos, 1035 heridos y 300 capturados en las tropas divisionarias, mientras que el bando soviético saldaba con 9500 muertos y unos 5.000 heridos.
La última batalla de la División Azul tuvo lugar el 12 de octubre de 1943, en esta dejaba a los soviéticos con 5000 muertos, 8900 heridos y 372 prisioneros.
Opiniones y condecoraciones
Por todas sus acciones recibieron 4719 condecoraciones, 2216 al mérito de guerra con espadas, 2359 cruces de hierro de segunda clase, 138 cruces de hierro de primera clase, tres cruces alemanas en oro y tres cruces de caballero con hojas de roble.
Los autores y supervivientes de la campaña rusa, tanto por un lado como por otro, señalan que la División Azul con su comportamiento y su trato supo ganarse amigos y a enemigos, humanizando la guerra, luchando con ferocidad, decisión y entrega, pero tratando a prisioneros y a la población civil mejor que los propios soldados de su mismo batallón. Combatían contra el comunismo en un frente común con los alemanes, no exterminaban judíos, ni cometían atrocidades con civiles del bando enemigo. Iban a lo que iban, a combatir al comunismo y evitar que llegara a Europa por la vía rápida, convencidos de que dicha forma política no era nada buena, y en ello pusieron su empeño. Este es un breve relato del paso de aquellos hombres por unas tierras lejanas en las que dejaron huella.