Tran Duc Minh recuerda que cuando la guerra del Vietnam se intensificaba la montaña y los bosques le proporcionaban a él ya sus compañeros un refugio efectivo a los ataques de la tropa enemiga.
La guerra le invalidó poder volver a su ciudad natal y en 1978 se estableció en un pueblo situado a los pies de la montaña Nhan, tres años después de que terminara la guerra.
La lucha contra las talas ilegales
Sin embargo, le apenaba ver que se talaba indiscriminadamente la exhuberante vegetación para madera y leña.
"Me preguntaba por qué el bosque, que había sobrevivido a la devastación de la guerra, estaba cayendo presa de los aldeanos y de los madereros ilegales" , dijo Minh.
Entonces se las ideó para llevar a taladores ilegales lejos, de modo que sus camaradas pudieran descansar en paz en el bosque y los aldeanos también se pudieran beneficiar.
Los culpables iniciales fueron los aldeanos, que cortaban los árboles para leña o madera para construir casas. Por eso Minh se esforzó en visitarlos a sus hogares, convenciéndoles de que detuvieran la tala, lo que sólo perjudicaría su subsistencia a largo plazo dado que no podrían irrigar los cultivos si su suministro de agua se agotaba.
Justo cuando los residentes dejaron de explotar el bosque, los madereros ilegales comenzaron a llegar en gran número desde otras áreas. Con un promedio de tala de árbol cada 15 minutos, pronto el monte quedó despoblado de árboles.
Salvaguardar el bosque se convirtió entonces en una tarea desafiante y peligrosa, ya que los ingeniosos y agresivos taladores de árboles idearon diversas formas de desafiar a las patrullas y no dudaban en luchar si Minh se interponía en su camino.
Reconocimineto a toda una vida
Apreciando los incesantes esfuerzos voluntarios de Minh, los residentes empezaron a darle consejos cuando veían a desconocidos sospechosos.
Dos de los compañeros de guerra de Minh también se unieron a él. El trío formó un equipo de protección forestal asistido por residentes comprometidos con la causa.
Le Cao Hung, un ex comandante que recientemente envió a su hijo a la misión de salvaguarda del bosque, dijo que los miembros del equipo realizan patrullas día y noche y nunca han cedido a los madereros ilegales.
Una tarde, hace unos 20 años, el trío acorraló a un maderero ilícito, que se subió a una roca y amenazó agresivamente a cortar a sus perseguidores con un gancho de arbusto.
Sin decir una palabra, Minh se enfrentó al hombre llevándolo al suelo sometiéndole con las técnicas de Kung Fu que había adquirido en su paso por el ejército.
Nhan Mountain es el hogar de una amplia gama de flora y fauna, según Le Cao Hoang, el hijo de Hung, que ahora sustituye a su padre en el equipo de Minh.
"Gracias a sus esfuerzos de protección forestal durante casi cuarenta años, hay agua durante todo el año con abundantes peces y los lugareños se han beneficiado mucho de las colmenas en los bosques", dijo Hoang.
El bosqe todavía no está a salvo
Minh y sus otros dos miembros del equipo ahora tienen otra preocupación: las minorías étnicas del distrito de Son Ha que devastan el bosque para arrinconar animales salvajes y aumentan el riesgo de incendios forestales con su actividad de recolección de miel de abejas.
"Dormimos en el bosque durante la temporada de cosecha de miel para asegurarnos de que los recolectores de miel no hagan daño a los árboles y la ceniza no caiga sobre las hojas secas ni que las chispas produzcan más fuegos'" dijo Minh.
No es por por el dinero
"Desde 2011, los tres hemos recibido 36.87 euros por año, a menos de 0.03 euros al día por cada miembro", dijo Minh, agregando que nunca piensa en cobrar por sus esfuerzos.
Las autoridades locales también han asignado a cada una de ellas una parcela de cultivo de arroz de aproximadamente 1.500 metros cuadrados.
Minh ahora planea retirarse debido a que su salud decae y está buscando sucesores fiables.