Para BlastingTalks - entrevistas exclusivas de Blasting News con líderes empresariales y culturales - entrevistamos a José Manuel Baena, fundador y CEO de Regemat 3D, empresa pionera en bioimpresión de dispositivos médicos a medida en España que integra la fabricación aditiva con la ingeniería de tejidos humanos; mejorando la calidad de vida de las personas.

Regemat 3D nace del encuentro entre dos investigadores en 2011 cuando ambos ponen en común la necesidad de aplicar la impresión 3D en medicina regenerativa, ¿cómo fue la puesta en marcha de esta tecnología diseñada a medida?

¿Y qué obstáculos encontraron en el desarrollo de este proyecto?

Sí, todo empezó en 2011 cuando conocí a un investigador que trabajaba con células madre con el objetivo de regenerar el cartílago. Uno de sus principales problemas para llevar esto a cabo fue convertir las células madre en células del cartílago y cultivarlas en dos dimensiones, ya que se morían o se volvían a convertir en madre. Él pensaba que si las poníamos en una matriz tridimensional esto no ocurriría. Yo entonces me dedicaba a imprimir dispositivos médicos metálicos cuando decidí sumarme al proyecto desarrollando una impresora 3D (bioimpresora) para imprimir células y conseguir así generar cultivos 3D en el laboratorio como paso previo a la generación de tejidos y órganos funcionales.

En 2014 con la tecnología desarrollada, decidimos ampliarla a otras aplicaciones y en 2015 se constituyó Regemat 3D para llevar estos sistemas al mercado.

En el desarrollo del proyecto encontramos muchos obstáculos técnicos, pero también humanos, ya que tuvimos que crear un equipo de diferentes tipos de ingeniería, desde software y electrónica hasta mecánica; así como tuvimos que contar con la ayuda de distintos biólogos dado que los cultivos celulares son muy manuales y complejos.

Gestionar todo esto y obtener financiación para poder tener al equipo de desarrollo suficiente fue lo más complicado.

¿Qué ha supuesto la contribución de su tecnología de bioimpresión 3D en medicina? ¿Y qué posibilidades clínicas permiten las impresoras de Regemat 3D actualmente?

Hoy en día somos capaces de imprimir una gran variedad de biomateriales con diferentes características y tipos de células.

De esta forma, tenemos un cultivo 3D que nos permite estudiar cómo se comportan las células, así como también trabajamos en el desarrollo de fármacos. Asimismo, abordamos algunas aplicaciones clínicas como pueden ser la regeneración de cartílago, hueso y generación de parches cardíacos o equivalentes de piel. En la actualidad, estamos trabajando en estos cultivos celulares tridimensionales hasta generar un tejido. Esto lo hacemos con unos birreactores que hemos desarrollado y que promueven que las células formen un tejido funcional como paso previo a la generación de órganos complejos.

Regemat 3D no produce en serie, sino que se adapta a las necesidades de los clientes, siendo la única empresa española de bioimpresión que fabrica dispositivos adaptados.

¿Cómo es el proceso desde el diseño hasta la fabricación de cada bioimpresora?

Desde Regemat 3D creemos firmemente que, si de verdad quieres generar un tejido funcional para cada aplicación, necesitas un sistema adaptado a tu investigación y proceso. Es por ello por lo que nos hemos especializado en la adaptación de las bioimpresoras y biorreactores.

Generar un tejido funcional no es nada fácil, y requiere de equipos específicos. El proceso es primero entender bien lo que el investigador quiere hacer y qué tipo de biomaterial y tejido quiere usar para después generar este sistema y probar los biomateriales y tipos celulares hasta conseguir un proceso de bioimpresión óptimo. Estamos en todo el proceso de investigación, incluyendo los ensayos preclínicos o clínicos; ya que tenemos mucha experiencia en la implantación de dispositivos médicos a medida a través de la empresa que fundé en 2011 llamada BRECA Health Care.

En la actualidad, sus bioimpresoras personalizadas se comercializan en más de 28 países, ¿qué retos se han encontrado en esta expansión y cuál es su nicho de mercado actual?

Se trata de un mercado muy global, el cual crece cada día de forma considerable. Sin embargo, cada país es diferente respecto a los procesos de importación y es ahí donde hemos encontrado ciertas dificultades. En Kuwait, por ejemplo, nos ha costado bastante poder llevar los equipos. No obstante, nuestro nicho actual se está moviendo, cada vez más, hacia un servicio más local; con lo cual aumentan las necesidades de financiación para la estructura y esto en España no es demasiado fácil de obtener, sobre todo para una empresa biotecnológica industrial como la nuestra.

Entre sus objetivos a medio y largo plazo, ¿dónde quieren implantar su modelo de negocios y tecnología?

Nosotros queremos llegar al paciente. Es por ello que hemos montado un laboratorio de biofabricación de tejidos dentro de la empresa para, con nuestas bioimpresoras y biorreactores, poder generar tejido totalmente funcional que pueda ser implantado. Internamente estamos centrados en piel, cartílago y otras aplicaciones. El año pasado hicimos una ronda de “equity crowdfunding” en la que conseguimos cerca de medio millón de euros. Este año haremos otra ronda para seguir financiando la estructura más local en los países que hemos definido, así como lo invertiremos en la creación de los tejidos.

Asimismo, el mes que viene lanzaremos también una base de datos de las “recetas” que se usan para generar los tejidos, de forma que todos los investigadores puedan usarlas y acelerar exponencialmente la generación de resultados que nos permitan llegar a la aplicación final lo antes posible.

La compañía planea tener su propio grupo de investigación interna y ampliar sus servicios. ¿En qué fase se encuentra esta nueva línea de negocio como es abrir un laboratorio en la empresa?

Ha sido todo un reto, ya que lo normal cuando llegas a un centro de investigación es que el equipo básico esté ya todo montado mientras que nosotros lo hemos hecho desde cero. Desde noviembre de 2020, Regemat 3D cuenta con un laboratorio totalmente funcional para generar tejidos y cultivos celulares, con bioimpresoras y biorreactores que esperamos seguir ampliando poco a poco.

Además, con esta experiencia estamos ofreciendo a otros grupos, que quieran ampliar o montar uno nuevo, el servicio para poderles montar uno. Y es que en investigación biomédica e ingeniería tisular surgen novedades constantemente y es muy importante estar actualizado para estar a la última. Para ello, hemos puesto en marcha un canal de bioingeniería en YouTube donde vamos contando todo sobre nuevas tecnologías, así como informamos de lo que se va incorporando en nuestra actividad.

Ante la emergencia sanitaria del coronavirus, muchas empresas han disminuido su capacidad de producción como consecuencia de las restricciones. Sin embargo, Regemat 3D ha aumentado sus ventas durante el confinamiento.

¿Cuál ha sido el impacto generado y la barrera más grande a la que se han enfrentado?

Hemos conseguido aumentar las ventas, pero hemos tenido que hacer malabares en la fabricación debido a las restricciones presenciales por el coronavirus. En estos tiempos de pandemia nos ha pasado de todo: nos han multado, así como nuestro centro de fabricación PTS de Granada ha cerrado servicios. Todo ello sin bajar ni un solo euro del coste de alquiler. Pero al final, y afortunadamente, hemos conseguido sacar el trabajo adelante; llegando a ampliar la plantilla en un 30% así como hemos subido la facturación otro tanto frente a 2019 gracias, principalmente, al equipo que tenemos; el cual está súper implicado al ver Regemat 3D como algo más que un trabajo valorando el impacto que nuestra tecnología puede tener en la calidad de vida de las personas.

La inversión en Investigación científica y tecnológica en España está muy por debajo a lo que podemos ver en otros países. ¿En qué grado nos llevan ventaja? ¿Y cómo obtienen financiación?

A nivel tecnología, creo que una empresa como Regemat 3D conseguiría fácilmente cien veces más financiación para el crecimiento en otro país; ya que hablamos de una empresa con presencia en varios países, pionera en una industria muy emergente y que va a generar muchísimos puestos de trabajo en los próximos años. Y es que España debería de tener un mercado de valores con mucha más capitalización y facilidad de acceso que el que tiene si no es prácticamente imposible competir con otros países.

A nivel ciencia, investigación e innovación, aunque hay instrumentos europeos y nacionales que son accesibles para todas las empresas, las condiciones de préstamos a devolver en el medio plazo y el sector biotech, a veces, se mueve con plazos más amplios.

En general, la Unión Europea debería replantearse su estrategia conjunta con las startups tecnológicas porque cambia mucho de un país a otro. Por último, las líneas prioritarias del país deben de ser consensuadas entre todos, y dotarlas de recursos suficientes para competir internacionalmente. Y por supuesto, no puede ser algo que cambie cada cuatro años porque en ciencia biomédica, cuatro años a veces no es demasiado.

El sector en el que se mueve Regemat 3D está en alza y cuenta con pronósticos de futuro muy favorables. Según varios estudios, el mercado de la bioimpresión alcanzará un valor de 1.647 millones de dólares en 2024. ¿Cómo prepara Regemat 3D su salida a bolsa?

La preparamos como un reto que nos puede llevar al siguiente nivel y así poder consolidarnos en el sector, pero sobre todo lo vemos como un paso más para seguir llevando los recursos y tratamientos a los pacientes.

Lo que más nos gustaría es que en diez años, España sea país de referencia en la generación de tejidos y órganos, y por nuevos tratamientos basados en ingeniería de tejidos.

Y, por último, ¿cuáles son las proyecciones a corto y largo plazo de la compañía? ¿Tienen proyectos con nuevas tecnologías para aplicar próximamente desde Regemat 3D?

El año pasado finalmente conseguimos una facturación cercana al millón de euros. Este año queremos seguir con el crecimiento de la facturación, hacer otra ronda de financiación pre IPO y seguir con el lanzamiento de nuestra línea de biorreactores y avanzar con la generación de los tejidos comentados. Además, esperamos poder empezar pronto con una validación clínica en pacientes para regenerar lesiones de cartílago.