La variante del COVID-19 detectada en el Reino Unido presenta un incremento en su nivel de letalidad. Así lo afirmaron científicos ingleses en una publicación de la revista Science. Esto se ha comprobado al analizar más de un millar de muestras de personas contagiadas en esa región. Entre las características particulares de la cepa, bautizada como B.1.1.7, figura su rápida facilidad de contagio y la rapidez en que se ha extendido por el mundo.

Las estadísticas demuestran el mayor nivel de contagio de la cepa

Un estudio realizado por expertos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, según un análisis de 150.000 muestras de enfermos del Reino Unido, demuestra que la variante del Coronavirus detectada en Inglaterra es entre un 43% y un 90% más contagiosa.

Al analizar datos de otras naciones, la variante británica del coronavirus parece ser un 55% más transmisible en Dinamarca, 59% más en EE. UU. y un 74% más en Suiza.

Los resultados preliminares de la investigación fueron publicados por la revista Science y contiene datos de hasta comienzos de enero del presente calendario. Mediante un análisis riguroso del mismo los especialistas consideraron que el riesgo de muerte al contraer la variante B.1.1.7 es de un 58%.

Los mayores de 60 años, más vulnerables

Dicha investigación comprobó que los adultos mayores resultan más vulnerables a la cepa. Las personas incluidas en el grupo etario superiores a los 60 años incrementan el peligro de muerte de un 0,6% con la variante clásica a un 0,9% con la cepa británica.

Considerable es también el riesgo para quienes su edad excede los 85 años, al mostrar más incidencia de fallecimientos. Se demostró además una diferenciación entre mujeres y hombres, de un 13 a un 20 % en el caso de las mujeres y de un 17 a un 26 en los varones.

El epidemiólogo Nicholas Davies, jefe del grupo de investigadores, resaltó junto a su equipo la necesidad de acelerar el ritmo de vacunación y tomar medidas preventivas estrictas frente al COVID-19.

Solo de esta manera disminuirían los fallecimientos porque la cepa, si bien es probablemente más letal, no lo es frente a la inmunización. Aun cuando se siguieron sus indicaciones, en Londres han fallecido más de 40.000 personas en los 2 primeros meses del actual año.

La tesis defendida por el grupo de científicos toma como aspecto decisivo la carga viral de los contagiados.

Esta al ser mayor que con la variante clásica permite un aumento en el nivel de infestación.

Por último, el colectivo de expertos ratifica que unido a los esfuerzos realizados en el ámbito científico se necesitan establecer barreras epidemiológicas como, el uso obligatorio de la mascarilla, el distanciamiento social y la desinfección de las manos de manera sistemática.